Se nos va a hacer raro pero la
jornada 9 de la Liga Endesa, la de este fin de semana, no va a tener en los
banquillos a uno de los máximos exponentes baloncestísticos de los últimos años
en España. Dusko Ivanovic, cesado el domingo en Vitoria, verá desde casa a su
Caja Laboral y observará más tranquilo qué ha podido pasar con ese equipo. Cómo
es posible explicar algunos resultados de las últimas semanas.
Más
que nada explicar de una forma más o menos lógica, cómo es posible ganar al
Barcelona y en Valencia con dos partidos muy buenos y perder en casa ante
Olympiakos y Efes en dos encuentros horrendos. Cómo se puede explicar perder en
Zagreb en un partido de incomparecencia absoluta y una semana antes haber
competido al máximo nivel en el Palacio de los Deportes ante un gran Real
Madrid.
Todo
eso Dusko ya lo sabe, es más, sabe qué ha pasado. Pero lo único que sucede es
que no ha podido ponerle solución. Tampoco es normal destituir a un entrenador
con un balance de 5-3 en la Liga. Pero la dinámica en Europa ha podido más que
eso. Querejeta quiere como a nadie a Dusko y el técnico quiere a Josean. Pero
esto es una relación que tenía que terminar por el bien de los dos, y por el
bien de Caja Laboral.
Dusko
será el entrenador más laureado ya en la historia del equipo baskonista. Es
posible que venga otro y le destrone, pero es tan difícil….. Son diez años en
dos etapas. La primera (de 2000 a 2005) trajo a las vitrinas del antíguo Tau
una Liga, dos Copas y una presencia en la Final Four de Moscu en 2005. Pero
también trajo la derrota más cruel que puede tener un equipo de basket. Aquella
en la que el Real Madrid le remonta 8 puntos en 46 segundos en el Buesa Arena
para perder la ACB cuando estaba en la mano.
Tras
el periplo en el Barça (Una Copa en 2007 y una presencia en Final Four 2006),
Querejeta le volvió a llamar en verano de 2008 para liderar otro proyecto que
trajo otra Liga y otra Copa. Hasta el 18 de noviembre de 2012 que a Ivanovic se
le acabó el crédito en Vitoria. Nos quedan sus gritos sobre la cancha, su
trabajo, su rigor táctico, su fama de sargento en los vestuarios. Disciplina militar
a la búsqueda de un objetivo. Pero nos queda su vulnerabilidad fuera de la cancha,
su amabilidad, su simpatía, su otra cara. La del Dr Jekill fuera de las
canchas, la de Mr Hyde dentro de ellas.
Quizá
el recadito que dejó al final de su etapa, tan elegante como siempre, tenga
mucho fondo. “Lo que pienso de los jugadores, se lo he dicho a ellos, pero en
el lugar adecuado, el vestuario, como he hecho siempre”. Quizá tenga un toque
de queja para los que han sido sus pupilos. Se ha podido hacer algo más con
esta plantilla y eso a Dusko le martillea la cabeza. Nunca nadie será tan
perfeccionista como él. Nunca nadie se martirizará tanto por no conseguir un
objetivo. Así es y así será siempre Dusko Ivanovic.