sábado, 30 de agosto de 2014

Con los pies en el suelo



España debuta en la Copa del Mundo que organiza ante Irán / Los de Orenga, favoritos a medalla, aspiran a vencer a EEUU

Ocho años después de tocar el cielo en Japón, España quiere hacerlo otra vez. Quiere reeditar la hazaña y ser campeón del mundo, además en casa, como gusta más, ante los tuyos. La selección afronta la Copa del Mundo de baloncesto sin menospreciar a EEUU, la gran favorita, pero sin descartar ganarla. La preparación en los amistosos no nos sitúa muy lejos de ellos. El juego dice que ésta es la mejor ocasión, pero los norteamericanos dirigidos magistralmente por el inefable Mike Krzyzewsky, “coack K”, el entrenador de la Universidad de Duke, campeón en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres y en el Mundial de Turquía, en 2010. vienen a dar guerra y la darán.
         España no tiene pegas. Es un equipo portentoso. Siete campeones en Japón repiten en esta cita. Navarro, Calderón, Sergio Rodríguez, Pau y Marc Gasol, Felipe Reyes y Rudy Fernández ganaron el 3 de septiembre de 2006 el Oro Mundial en una final en la que arrasaron a Grecia. En aquella cita un equipo NBA ya había cedido en semifinales y ese equipo era mejor que el que presentan en España, pero siguen siendo favoritos.
         Los cinco nuevos que no estuvieron allí, hace ocho años quieren ayudar a que los compañeros repitan y ellos se estrenen. Llull, Abrines, Ibaka, Ricky Rubio y Víctor Claver vieron por televisión aquella final y vibraron desde sus casas con esa mañana histórica. Ahora están en la cancha.
         Irán, Egipto, Brasil, Francia y Serbia en la primera fase de Granada. Tras el segundo partido ante los egipcios, clasificación conseguida (pasan cuatro) y a pensar en una mejor colocación para el cruce de octavos que será, si la lógica se impone, ya duro. Da igual qué posición ocupes, que Puerto Rico, Argentina, Croacia o Grecia será el rival. Si queremos pasar a la final habrá que ganar a tres de estas cuatro selecciones o a nuestras rivales en el grupo puesto que siempre será ese el camino en los hipotéticos octavos, cuartos y semifinales. A EEUU no nos la cruzamos hasta la teórica final, el 14 de septiembre.
         Pero el equipo NBA, a pesar de las bajas, estará casi sin despeinarse en la final, a no ser de hecatombe. No vienen los mejores, los últimos en caerse Kevin Durant, Kevin Love y el lesionado Paul George. Pero está Irving, está Harden, está Rose, está Davis, Coussins, una selección muy potente. Paco Olmos, el ex técnico de Valencia y ahora seleccionador de Puerto Rico, dijo el otro día en Tirando a Fallar, el programa de basket de Es radio que “si quieres ganar a EEUU tienes que evitar que corran”. Qué cierto. El otro día Eslovenia, una talentosa selección, dejó que corrieran y cayó por 30. Esa es la diferencia. La velocidad y el físico.
         Fuera de estas potencias, la nuestra y la yankee, teóricas medallas de oro y plata si nada raro ocurre, otras selecciones que vienen a dar guerra. Grecia, Croacia, la siempre temible Argentina, la correosa Serbia con el gran Sasha Djordjevic de seleccionador, Brasil, Puerto Rico. Lituania. El bronce estará muy caro.
         Grandes ausencias, tradicionales en los campeonatos. Rusia e Italia no se clasificaron ni tampoco obtuvieron wild card de la FIBA, China fue apartada por Filipinas en una histórica final de la fase asiática, que desató la locura en este último país sin tradición en el baloncesto. Tampoco estará Canadá que fracasó estrepitosamente en la clasificación como hizo Brasil, pero los de Magnano sí que consiguieron invitación a pesar de perder todos los partidos de los preliminares.
         La Copa del Mundo (ya no más Mundobasket) es una oportunidad para que España triunfe, deportivamente y en cuestión de organización. La pasión del basket arranca en Granada para los nuestros. Luego Madrid. La final del 14 de septiembre puede llenar con orgullo la historia del basket español.