jueves, 1 de diciembre de 2011

Paul Davis; un americano recomendable

Poco a poco según pasan las jornadas en la ACB uno se da cuenta de que hay jugadores a los que se les queda pequeño el equipo donde juegan. Esa es al menos la sensación que tengo con Paul Davis, un americano que despunta desde el año pasado en el Cajasol de Joan Plaza. Un pivot atlético, fuerte, con un tiro muy característico que hace las delicias del público sevillano. No es para menos. Davis engloba casi todo lo que ha de tener un jugador desequilibrante.

El de Michigan lo es porque domina todo tipo de posiciones. Es verdad que tira efectivo pero con muy mala mecánica, algo muy habitual en históricos del baloncesto. No por tirar de mala manera se tira peor. Davis tiene la costumbre de encoger para atrás el brazo y no saltar nada, sin apenas despegar los pies del suelo. Ya nos quedamos asombrados el año pasado por su buen rendimiento pero no menos este en el que, por ejemplo, hizo 21 puntos y 22 rebotes ante Manresa.

No es un desconocido para el gran público. En su época de universidad ya destacó los cuatro años en Michigan State, pero sobre todo el tercero, donde alcanzó unas meritorias semifinales en la Final Four. Su paso por la NBA sí fue decepcionante con tres años muy frustrantes en los Clippers. Como frustrante pareció tornarse su carrera cuando llegó a la Liga de desarrollo. Ahí pensaron todos que se acababa Davis para el basket.

Cuando le rescató Obradoiro para salvarlo de la LEB (algo que no consiguieron) volvió a sonreir. En una entrevista reciente él mismo decía que no sabía ni donde llegaba pero poco a poco se fue haciendo con la ciudad, hasta despertar las inquietudes de Plaza para llevárselo al Cajasol.

Está siendo algo mejor esta temporada que lo que fue la pasada, pero ya es un americano de enjundia. El otro día ante Fuenlabrada anotó 27 puntos y capturó 12 rebotes. Se atisba un jugador de altura, un tipo que queda pequeño para un equipo así, un jugador de Euroliga que ha sido sondeado por el Madrid para reforzar su juego interior. Un fuera de serie.

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