jueves, 8 de enero de 2009

Julito, el de siempre, el de casa

No habían pasado ni veinte segundos y Julito, el de siempre, el de casa, el expulsado anoche en Gran Hermano, se despachaba a gusto con los habitantes de la casa. Decía el canario que fuera están los buenos y dentro, los malos. Es decir, una pataleta propia del mal perdedor.
Le respondía Mercedes Milá, con razón, que no podía ser que la audiencia fuera tan injusta. Y es verdad. ¿Como puede ser que siempre se acuda a ese tópico en este programa? Cuando alguien sale es que la audiencia no ha visto todo lo que ha ocurrido. Y lo cierto es que sí lo hemos visto. Porque para eso han inventado desde la primera edición un canal 24 horas en el que se observa todo.
Y en esta edición hemos observado a un Julito gracioso en algunas ocasiones, juguetón, risueño y poco amigo de meterse en líos. Un Julito algo cobarde y jugador. Pero la jugada le ha salido mal al de Los Realejos. Salvó a Liz la semana pasada para entrar él en una guerra directa con Iván y Almudena, convencido de salir ganador. Y eso es lo que le ha llevado a su casa, pero no la de Gran Hermano, sino a la suya.
Ser mal perdedor es no reconocer la solemnidad de la audiencia española. Este programa tiene mucha y, por tanto, nunca será injusto lo que decida. Por mucho que se empeñen todos los concursantes que han ido saliendo escaldados del concurso. Todos se creían con la potestad de poder ganar a Iván. Pero, amigos, eso no lo hace cualquiera.
Y a Julito le ha perdido el juego. Es lícito jugar, pero con el paso del tiempo se demuestra que tienes que tener algo de tí propio que te haga triunfador. Iván está siendo como es fuera (eso dice su madre, yo no le conozco) y Orlando, Liz y Almudena, aunque ésta sea insoportable, son gente con características propias. Julito no lo es desde el momento en que combina en 40 minutos de entrevista con Milá el ataque a sus compañeros, con la defensa, para pasar de nuevo al ataque en la despedida. Esto sí que fue cobarde en Julito. Una traición en toda regla.
Porque, al no poder defenderse, es canalla decirle a Liz que es falsa, a Iván que no es humilde y a Almudena que debe tener más respeto. Cuidado, a lo mejor tiene razón y es su opinión, respetable, pero ellos en la casa no pueden contestarte y tú nunca se lo has dicho a la cara. Es algo malicioso y ayer descubrimos esta personalidad en Julito, el de siempre, el de casa.

No hay comentarios: