No quiero ser pesimista, lo
juro. Pero España tiene que darse con un canto en los dientes con la plata en
Londres. Por dos razones, porque es el techo máximo de nuestro baloncesto y
porque EEUU está aún a un nivel descomunal, fuera del alcance humano.
No
quiero ser yo, repito, el pesimista pero el realismo tiene que abrir los ojos
de los españoles. EEUU nos ganó en Barcelona por 22 puntos y en la rueda de
prensa se dijo que “preferimos perder ahora y ganar en Londres” o “nos hemos guardado
cartas”. Ya, pero ¿y no se las han guardado ellos también y a pesar de eso nos
han ganado por más de 20? Seamos serios, un partido lo puedes competir al
máximo, lo puedes estrujar para que, en una acción afortunada, se te vuelva de
cara, pero los NBA tienen tanto talento, tanta defensa, tanta intensidad, tanto
cuerpo que parece imposible.
Es
verdad que en este último test no contábamos con Marc Gasol, arma muy
importante para tratar de tú a tú a los Yankees. Tampoco estaba Sergio
Rodríguez que en un tramo donde el partido enloquezca puede ser una pieza
fundamental. Pero eso no vale. Con un poder interior algo mejor que el suyo (y
se puso en duda tras el partido en el Sant Jordi, porque cuando Lebron y
Carmelo juegan interior, no hay forma y cuando Chandler le pone intensidad
tampoco hay historia) no fuimos capaces de armar ataques buenos. Hubo un
momento del partido que con los fallos desde fuera y con las pérdidas de balón,
nos podrían haber hecho un roto de dimensiones descomunales.
Un
tramo del partido, por el contrario, fue nuestro. La sensación es que España
estuvo más dentro que fuera del partido, más acertada a veces que desacertada
pero es que dos minutos o tres malos contra estos tipos, es perder el partido. La
prueba fue el 23-13 con el que España dominaba a tres minutos del final del
primer cuarto, ya acordado a 24-22 al final del mismo y ya borrado por completo
con dos minutos jugados del segundo. 26-29. Si se les enfada te ganan fijo, si
no llegas a competirles, la paliza es histórica. En definitiva siempre gana
EEUU y en Londres, salvo milagro, será igual.
Y
no me gusta el cariz que está tomando esto antes de los Juegos. Me explico. Una
cosa es desear que la final sea España – EEUU y otra muy distinta es que lo sea
sin jugar. España es superior a todos los rivales menos los norteamericanos,
pero siempre es lo mismo. Un día malo lo tiene cualquiera. Con la diferencia
que un día malo de EEUU tiene que ser pésimo para llegar a un desastre mientras
que el nuestro con que lo tenga Gasol o Navarro o Rudy puede ser igual a
derrota. En el Mundial de 2010 éramos mejores que Francia, Lituania y Serbia y
nos ganaron las tres, las dos primeras en la fase previa y la última con aquel
triple de Teodosic en los cuartos de final. También se hablaba entonces del
partido España - EEUU de la final y nos fuimos a casa cuatro días antes.
El
cruce de cuartos de los Juegos nos va a emparejar a Francia, Lituania o
Argentina, que se dice pronto. Una campeona olímpica, una europea y otra la
actual subcampeona a la que ganamos el verano pasado en la final. Somos mejores
pero ¿Quién dice que no te puedan complicar? Vayamos paso a paso, por favor que
las euforias siempre fueron malas, muy malas.
PD. Otra cosa. Son mejores en todo pero si
encima les favorecen cuidadosamente los arbitrajes, entonces adios. Los
contactos siempre son falta en basket y esa regla no vale para ellos. No es una
excusa, es simplemente una constatación de la realidad. Son los mejores, pero
si se juega con sus reglas entonces son inalcanzables.
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