miércoles, 13 de enero de 2010

Casimiro o el triunfo del trabajo

Este artículo lo publiqué el pasado lunes 11 de enero en www.sportyou.es


Nunca dirías que estás ante un campeón ACB (lo logró con el Manresa en la temporada 1997-1998) cuando hablas con él, pero Luis Casimiro puede presumir de haber ganado la Liga con una plantilla que en aquella época invitaba al escepticismo. Lo logró con trabajo, tesón y unas ganas locas de agradar en esto del basket. Y lo consiguió de manera imprevisible, como ha conseguido ahora clasificar a Asefa Estudiantes para la Copa del Rey.

Casimiro tiene detractores varios (casi todos se encuentran en la grada del Madrid Arena) pero tengo el gusto de encontrarme entre sus defensores y sé que varios compañeros de la prensa me apoyan. Es cierto que la temporada pasada no salieron bien las cosas, pero a Luis hay que calificarle por las cuatro temporadas en Fuenlabrada, ascenso incluido, por las tres en Valencia, por la de Cáceres, por la salvación de Alicante cuando todo estaba perdido. Por todo eso y por esta milagrosa clasificación copera de la que nadie hablará, pero que es importante.

Digo que nadie hablará porque, y él mismo lo dijo el otro día, lo importante es que hay vida tras la Copa, quedan 17 partidos más y nada se acaba con la competición que acogerá Bilbao del 18 al 21 de febrero. La Liga es más importante y hay que seguir luchando, pero creo que es justo mencionar cómo un equipo que empezó con 0-5 en su casillero de victorias, está en la Copa, 12 partidos después.

La plantilla es corta. Seis jugadores de fiabilidad más o menos ACB (Oliver, Jasen, Suárez, Popovic, Caner-Medley y Lofton), tres que están empezando (Clark, Driesen, Beirán) más el lesionado Iturbe (toda la temporada fuera por un extraño problema tras una picadura) y el incorporado casi a última hora Gabriel. Pero Casimiro ha revuelto todos los esquemas tácticos que ha podido, ha impreso un carácter competitivo a este equipo y ha sabido analizar bien todas las situaciones. Incluso cuando han venido mal dadas (la Gripe A azotó a la plantilla las primeras cinco jornadas) él ha estado callado porque no le gusta llorar. Ha preferido trabajar y el resultado ha saltado a la vista.

Ahora Asefa Estudiantes se medirá al Power Electronics Valencia, el mismo rival que este sábado, en los cuartos de final de la Copa y, si hubiera suerte, teóricamente al Barça en una semifinal que podría ser muy bonita. Pero lo que va a tener Bilbao esos cuatro días de febrero es a Estudiantes en la competición, algo que no debería faltar nunca en una fase final.

Nunca lo dirá, pero el 50% de esta clasificación es gracias a él porque a un entrenador se le ve con estas plantillas formadas por jugadores que no son estrellas, que tienen que sudar cada punto y que deben de estar apoyados en una base sólida desde el banquillo. Le duele a muchos, pero Casimiro tiene cuerda para rato. No es una broma haber sido campeón ACB aunque sea una sola vez y él lo es.

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