viernes, 6 de mayo de 2011

48 horas para volver a ser grande

El Madrid compite, quince años después en una Final Four / Arranca esta noche ante Maccabi sin pronóstico claro / Siena-Panatinaikos la otra semifinal

Era un 13 y eso siempre es signo de mala suerte, pero aquel día de abril, Jueves Santo de 1995, el Real Madrid alzaba en Zaragoza su octava Copa de Europa, ganando al Olympiakos en la final. Un año después lo intentó de nuevo en París, pero aquella noche de 1996 un potente Barça le quitó las opciones en semifinales. Quince años después el equipo blanco vuelve a optar a ser grande en Europa y lo hace, qué curioso, en territorio de su máximo enemigo. En territorio propio pero ajeno. En el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Curiosamente, los dos equipos que se enfrentaron al Madrid en estas dos últimas Final Four eran, tres lustros después, los mejores en este curso, pero ninguno de ellos está en este fin de semana vibrante para el basket en el que cuatro equipos se disputan a cara o cruz el máximo cetro europeo. Un fin de semana de competición sublime, lleno de tensión que terminará, por obra y gracias del Maccabi y de su insistencia para jugar tan pronto, sobre las seis y media de la tarde del próximo domingo.

Arranca el Madrid esta noche (21.00 h, Teledeporte) su intento de retornar a la grandeza ante los israelíes sin un pronóstico claro. Queda demostrado de sobra que, hombre por hombre, el Madrid es mejor, pero este Maccabi ha luchado hasta la extenuación para encontrarse ahora en esta tesitura. No entraba en los planes de casi nadie para luchar por el título y los de David Blatt han podido sacar fuerzas de flaqueza cuando ya creíamos que no tenían.

Un buen bloque que hoy hará sufrir al Madrid. Tanto, que es complicado apostar claramente por una victoria blanca en la semifinal de esta noche. No son, en absoluto, mal equipo, y tienen cosas que al Madrid le pueden hacer daño. Para empezar, la mole Big Sofo, Schorchianitis, con el que tendrán que lidiar Fischer, ex del equipo israelí, Felipe y Tomic. Y eso es mucho decir porque, aunque no demasiado alto (2.07), la criatura pesa 143 kilos.

Si el Madrid para este aspecto y luego sujeta bien a tiradores como Eidson, Perkins y, sobre todo, Jeremy Pargo (hermano de Janeero, el NBA) habrá hecho mucho. Pero es fundamental que el Madrid sea el de las grandes ocasiones esta temporada. Hay que rcoordar que, salvo el día del Barça en la Copa, siempre ha respondido el equipo blanco en este curso tan movido. Tras la marcha de Messina, el grupo de Molin ha logrado hacerse un hueco entre los grandes europeos y ha ganado al equipo azulgrana en ACB. Es cierto que ha habido noches aciagas esta temporada pero el objetivo está cumplido. Están en Barcelona a dos partidos de proclamarse campeones de Europa.

Para dos jugadores será especial este fin de semana. Pablo Prigioni y Sergi Vidal llegan al Sant Jordi con cuatro Final Four a sus espaldas, todas perdidas. En 2005, 2006, 2007 y 2008 jugaron con el Tau perdiendo siempre. Dos veces fueron eliminados por el CSKA, pero otras dos lo hicieron con el rival de esta noche y en 2005, en Moscú, en la gran final. Alguno apostaban ayer que, solo por el hecho de haber jugado estos partidos, Vidal, inédito este año, tendrá sus minutos en cancha. Estoy completamente de acuerdo porque las sensaciones son vitales en este tipo de eventos.

Antes de que el destino le diga al Madrid si está en la Final o no, Panatinaikos y Siena lucharán por otro puesto en la final (18.00 h, Teledeporte). Favorito, el equipo griego pero con el respeto debido a un grupo, el italiano, que eliminó a Olympiakos y se levantó, de forma milagrosa, de una terrible derrota, 89-41, del primer partido. Algo debe ser este equoipo que propició con una exhibición en la Caja Mágica, a principios de marzo, la dimisión de Messina en el banquillo blanco. Muchos señalan a Simone Pianiggiani, su entrenador y seleccionador italiano, como el artífice de muchos éxitos en la escuadra toscana.

Muchas preguntas tendrás respuesta el próximo domingo ¿Podrá Molin tener como primer entrenador, lo que ya saboreó como asistente de Messina? ¿Ganará Obradovic su séptima Euroliga? ¿Será el Madrid, de nuevo grande en Europa? ¿Podrá Siena dar la campanada y ser campeón de Europa? Todo para el final, como en las grandes películas. Ésta con guión más o menos rígido (Panatinaikos gran favorito) pero con opción a sorpresas. El director se reserva una sorpresa para el final... ¿ o no?

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