Se impone al Barça en la semifinal de la Final Four y jugará su primera final desde 1995 / Sergio Rodríguez cambia el ritmo del partido a tiempo y sabe derribar una zona casi perfecta de Pascual / El Barça cae de nuevo en este torneo y ya son 12 las desilusiones
18 años después y ante el mismo
rival que en abril de 1995, jugará el Madrid una final de Copa de Europa. Lo
hará el domingo ante el Olympiakos rebelde que se ha cargado al CSKA y lo harán
los dos equipos quizá extenuados por el esfuerzo de las dos semifinales, pero
lo harán para engordar sus vitrinas.
El
Madrid ha ganado un partido dramático, que tuvo mal encarado al principio
(11-18), bien posicionado a final del primer tiempo (39-33), igualado en el
tercero, perdido a siete minutos del final (61-52 tras triple de Ingles). Pero
lo acabó ganando con un 2-17 descomunal en seis de los últimos siete minutos de
encuentro. Ese es el Real Madrid por el que Laso luchó a principio de año, uno
que jugara igual en defensa que en ataque. Cuando no funciona una cosa hay que
darse cuenta que puedes ganar con la otra.
Sin
minutos casi para Llull y Mirotic, decidió jugarse los minutos finales de
partido Laso y le salió bien. Pascual le había plantado una zona desde finales
del tercer cuarto y el resultado había sido muy positivo para los culés, que
llegaron a hacer un 12-0 de parcial. Pero Sergio Rodríguez decidió crtar por lo
sano y derribar una zona como se debe, con contínuas penetraciones para
canastas fáciles de compañeros. Ahí vinieron dos canastas de Slaughter más siete
puntos de Felipe, más dos canastas de Rudy. Del 61 – 52 al 63 – 69. Tremendo.
Tardó
Pascual en parar el partido, quizá el error clave del técnico, quizá el único
en este partido. Ya el Madrid sentía más suya la necesidad de volver a reinar
en Europa y ya el partido no lo iba a perder. Cuando un equipo ha estado herido
conviene darle la puntilla. Si no, estás muerto.
Para
conclusiones claras, varias. Jawai no estaba para jugar. Dos minutos en cancha,
dos faltas y unos pasos. Tomic es un pivot bestial que, acompañado de un cuatro
brutal, no Lorbek, de nuevo superado por el partido, podría formar una pintura de
dominio para años. En el Madrid, Sergio Rodríguez cambia el ritmo de cualquier
partido y Felipe es eterno. Inconmensurable partido del capitán que quiere
coronarse el domingo. Sería campeón de Europa con España y con el Madrid.
En
un partido de contínuos bailes en el marcador, fue más contundente el Madrid en
los cuartos que dominó. Los dos ganaron dos cuartos muy claros. 18-11 y 18-9 el
Barça dos de ellos para un 36-20. El Madrid 15-28 y 16-26, igual a un 31-54.
Los dos fueron mejores muy claramente al rival, en momentos del partido, pero
cuando hubo que serlo de verdad, lo fue el Madrid. Así se escribe la historia
de la vuelta del equipo blanco a una final. Así se escribe la duodécima caida del
Barça en una Final Four, ocho de ellas en semifinales. Sigue siendo el torneo
maldito.
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