viernes, 10 de mayo de 2013

La defensa lleva en volandas a Olympiakos


Espectacular exhibición defensiva de los griegos que dan la gran sorpresa al vencer al CSKA de Messina / Jugarán el domingo su tercer final en cuatro años

Como si de un infierno se tratara, como si se jugase en la misma Atenas, como si algo le hubiese bloqueado la mente a los jugadores de CSKA, resulta que a las primeras de cambio y tras una de las exhibiciones defensivas más impactantes que se recuerda en una Final Four, nos hemos quedado sin favorito en Londres. O mejor dicho, ahora el favorito, o el que tiene más moral es el que ha ganado en la primera semifinal al máximo candidato antes de viajar a la capital inglesa todos los equipos.
            Olympiakos se ha encargado de demostrar que este deporte es fantástico, que nada es lo que parece, que a veces, las menos, no gana el mejor. Pero que una gran defensa puede bloquear a todo un imperio europeo. El equipo de Barzokas ha hecho trizas en un partidazo al máximo exponente de la calidad hecha baloncesto. Pero este deporte es así.
            Basando todo en la defensa excelente a los hombres interiores y asfixiando el exterior, los griegos, actuales campeones de Europa, han dejado en 52 puntos al CSKA, han dejado inadvertido a Krtic, a Teodosic (autor de su primer punto a seis minutos del final del partido), ha dejado en siete canastas de dos a los rusos, han paralizado a Papaloukas, han hecho sentir impotente a Jackson y a Weems. Lo único salvable, el decente partido de Kryapa y el normal de Kaun, pero el resto ha sido negro en el horizonte moscovita.
            Con un gran Spanoulis (no en el tiro, 0/6 en triples, pero sí en dirección de equipo), todo ha sido más fácil para los atenienses. Aportaciones estelares de Hines, Printezis, Antic, Slukas. Secundarios de lujo para un equipazo, seguro inferior a priori que su rival, pero a lo mejor muy infravalorado por casi todos, a pesar de su cetro europeo el año anterior. Lo importante es que ganó y ganó bien.
            Quizá se confió algo Messina, quizá en el comienzo dieron por sentado que en cualquier momento iban a dar el tirón y eso es peligroso, casi mortal en una Final Four. Se lo fueron creyendo los griegos, siguieron anotando, siguieron matando y al final salieron vencedores cuando vieron que el rival no tenía el día. Todo se juntó en una gran exhibición de baloncesto.
            35 puntos anotó el CSKA en los últimos tres cuartos, la mitad, 17 sólo en el primero. Tiraron más de tres que de dos, porque nadie podía pasar al interior en el juego ruso. Lo había estudiado bien Barzokas. Y le salió a la perfección. Falló 14 tiros libres de los 29 que intentó el equipo de Messina. Es evidente que nada salió.
            Se planta Olympiakos en su tercera final en cuatro años. Perdió la de 2010 ante el Barça, pero ganó el año pasado. Es el equipo más regular ultimamente, es el que todos temen a partir de este gran viernes para el basket. Por algo será.

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