Navarro dijo basta antes
de subirse al tren. Obligado por una lesión crónica en la fascia de su pie
derecho se perdió dos partidos de la final ACB y le dieron la baja deportiva
durante tres meses. Segundo Eurobasket consecutivo que se pierde con España tras
no estar tampoco en el de Eslovenia, hace dos años. Tampoco Marc Gasol se
inscribió en la aventura de este verano, alegando motivos físicos, el nuevo
contrato con Memphis y que también buscaba parar. Y ahora Alex Abrines, por la
misma fascitis plantar que atormenta hace años a su compañero y amigo en el
Barça, se baja del tren definitivamente. El médico de la Federación no ha dado
su visto bueno y el balear es la tercera baja sensible que sufre el combinado
de Scariolo. Todo se tuerce un poquito.
Se queda España sin
un alero tirador nato si descontamos, por supuesto, a Rudy Fernández, la gran
baza ahora en el perímetro si se atasca un partido, sin despreciar tampoco a
Fernando San Emeterio. Descartó hace unos días el seleccionador a Dani Diez
pensando seguramente que lo de Abrines no iba para largo, pero estas lesiones
demuestran cada dos por tres que son de las más traicioneras del deporte. Ahora
el italiano echará de menos al canterano del Madrid cedido este año a Guipuzcoa.
Varias opciones se le
plantean ahora al técnico y quizá la más lógica sea llevar a Xavi Rabaseda como
3. Será esa la que elija el mister a no ser que desplace a Víctor Claver a la
posición que le gusta, la de tres alto tirador. Eso conllevaría llevar a Pablo
Aguilar como otro interior en detrimento de Willy Hernangomez a pesar de que
muchos piensen, entre los que me encuentro, que será de más ayuda éste último
que el granadino.
Con este panorama,
los trece hombres que trabajan ahora con Scariolo deben quedarse en doce. Hay
un descarte por hacer y, a no ser de sorpresa grande, será uno de los dos
citados. Otra cosa sería rizar el rizo. Descartar a Guillem Vives, que Pau
Ribas juegue de base y quepan entonces los dos pivots. Demasiado enrevesado,
pero factible. No se descarta en absoluto. Ribas ha jugado muchos minutos de
base en Valencia este año y ante el poderío físico de selecciones como Francia,
se podría apostar por meter más hombres altos y tener rotación clara en ese
rol. Scariolo decide.
Ahora mismo las
quinielas toman forma. Chacho, Llull, Guillem Vives como bases; San Emeterio,
Ribas, Rudy, Claver, Rabaseda aleros y Pau, Mirotic, Felipe y uno a elegir
entre Hernangomez y Aguilar como pivots. La decisión la semana que viene pero
quizá tras el partido del sábado Scariolo lo tenga ya claro. Es posible que ya
esté en su mente. Seguramente le haya dado más vueltas que nadie tras
conversaciones eternas con sus ayudantes. Es demasiado importante lo que se
juega España, no se puede fallar.
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