jueves, 31 de agosto de 2017

La reina de Europa quiere bañarse en oro

España, con tres títulos desde 2009, quiere reeditar el de París en 2015 en el Eurobasket que arranca hoy / Las ausencias de muchos NBA marcan el torneo



Vestida de gala, con la etiqueta de ser la reina de Europa los últimos ocho años (desde 2009, tres oros continentales) aunque con alguna duda sobre su favoritismo. Así se presenta España en el Eurobasket que arranca hoy, para los nuestros mañana, en la localidad rumana de Cluj, Y esas dudas sobre su papel dominante vienen por las ausencias confirmadas ya a finales de junio de dos referentes, Rudy Fernández y Felipe Reyes. Con la inesperada, a mediados de julio, por orden de los Bulls, de Nikola Mirotic y la más dura, la del jugador que, en palabras del seleccionador Sergio Scariolo, se iba a convertir en faro de este grupo en pista. Sergio Llull

Muchas sensaciones recorrieron al banquillo español aquella noche del 8 de agosto en Tenerife. Escalofríos también, temblores. Llull se perderá toda la temporada, por consiguiente, la cita europea del año a nivel de selecciones. Pero Scariolo buscó enseguida la parte positiva, más por ansias de ofrecer una imagen de fuerza a sus jugadores, que porque realmente lo sintiera. Sabe el italiano que Llull es insustituible.

Confirmó a Guillem Vives como tercer base pero pasó a lanzar un mensaje claro. “La obsesión era encontrar un referente. Ahora deberán ser los Gasol”. Y los hermanos, acostumbrados a estas lides, cumplieron en los amistosos siguientes. Poderío en Bélgica y Lituania para dos victorias fuera de casa convincentes que suelen ser buenas también en estas giras largas.

Se presenta España en este Europeo con la idea del poderío extremo en el juego interior. Más los hermanos Gasol, Willy Hernangómez y Pierre Oriola con sensaciones de que hay muchas alternativas en esa zona de la pista. El otro Hernangómez, Juancho, en labor más de 3 alto (a un gran nivel en los partidos de preparación) y San Emeterio y Abrines como referentes desde fuera. Al de Oklahoma City Thunder se le pide este año el paso adelante, el definitivo. Abrines debe ser el que desatasque en momentos cumbre. Porque la labor de Navarro en pista es una incógnita. Ha estado todo el año fuera sin poder ayudar en su club de manera regular.

Para Sastre y Vives habrá minutos pero serán menos. Ricky y Sergio Rodríguez llevarán el timón de una selección inmensa, superlativa a pesar de bajas sensibles en las cinco posiciones. Podríamos hacer un quinteto de ausencias y nos saldrían Pau Ribas, Llull, Rudy, Felipe Reyes y Mirotic. Ahí es nada.

España caminará en un laberinto hasta ver la luz el jueves con la más que segura clasificación a octavos y, si no pasa nada raro, como primera de grupo. Antes Montenegro (mañana el debut), República Checa (sábado), Rumania (lunes), Croacia (martes) y Hungría (jueves). Si las cosas salen rodadas un rival asequible nos esperará en octavos. A partir de cuartos, la historia cambiará.

Es el europeo de las ausencias destacadas. Fuera Teodosic con Serbia, Parker con Francia, Antetukuompo con Grecia como las más importantes. Es el Europeo de las consagraciones. Doncic con Eslovenia tiene que ser estrella, predominante en esa selección, candidata a medalla aunque encuadrada en un grupo terrible con la anfitriona de esa sede Finlandia, más Francia y Grecia.

A partir de hoy y en tres semanas todo cuenta. Cada detalle, cada mínimo despiste será una losa y cada acierto, un paso adelante. España no se baja del podio continental desde Serbia 2005. A partir de ahí tres oros, una plata y un bronce en los cinco disputados. Un dominio abrumador parecido al de la Yugoslavia de los noventa o el de la URSS en los 80. Hay que estar felices y confiar.





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