martes, 12 de septiembre de 2017

Marc Gasol sepulta a Alemania

El pivot de los Grizllies, con 28 puntos, lleva a España a la semifinal, décima consecutiva en un Eurobasket / Eslovenia, que ganó a Letonia, rival del jueves

ALEMANIA 72 - 84 ESPAÑA

El marcador del Sinan Erdem de Estambul señalaba un empate a 50 que auguraba sufrimiento, malos ratos, sofocos buscando las semifinales del campeonato, las décimas consecutivas de la selección española, inabordable hasta ahora en el torneo. Pero Alemania le había cogido el truco, estaba defendiendo muy bien, impedía tiros cómodos de los nuestros, incapaces, metidos en un agujero sin aparente salida. Hasta que apareció él, el hombre, el menor de una saga metida ya en la historia del baloncesto español. Marc Gasol cogió su fusil, anotó cuatro triples consecutivos y decidió el partido. 

La ventaja de España se fue a los doce puntos con un parcial de 0-12 asombroso, de los que quitan el hipo y, de paso, el miedo a cualquier tropiezo. España condujo en el último cuarto sin sufrimiento, con la pausa que no había tenido en el encuentro y acabó ganando fácil un partido que había supuesto un laberinto. El combinado de Scariolo se encomendó a Marc, a Chacho, a Sastre, imperial en la defensa de Schroeder, que había campado a sus anchas durante 25 minutos de partido. El jueves ante Eslovenia se encomendará a su rutina habitual, la de disputar una semifinal, territorio ya cómodo para España, desde 1999 en esta fase. 

 Todo lo que había pasado antes había sido un dolor de cabeza. Un primer cuarto con un 7-0 de salida para los germanos. España no se encontraba, no era nada la selección, sin poder tirar, sin recursos. Tuvo que salir Chacho, tuvo que pedir tiempo Scariolo. Tuvo que cargar la selección en demasía el juego hacia Pau. Era eso o marcharse antes de tiempo de este torneo. Todo se empieza a normalizar. Empate a 27, 33-34, 33-37. pero a mediados del tercer cuarto el partido estaba empatado. Se tuvo que recurrir a Marc, con Pau agotado en el banquillo y sin poder ejercer su teórico poder dentro. Tuvo que encomendar Scariolo a un pupilo una tarea fastidiosa, ardua labor la de defender a la estrella rival. Se encargó de eso un soldado universal, Joan sastre, para hacer desaparecer casi por completo a Schroeder, el base de los Hawks, limitado en el final del tercer parcial. Ahí fue cuando el fusil de Marc acabó de matar al rival.

 Se planta España en su lugar, ese del que no se baja desde que un tiro de Mike Smith (Eurobasket 1997) ante Rusia hiciera agua y con él, las ilusiones de una selección que, en Barcelona, pintaba para medalla. Desde esa lejana fecha, 20 años después, la selección no se ha bajado del cuarto puesto. De nueve semifinales, ganó seis y de esas, tres torneos fueron nuestros (2009, 2011 y 2015). 

 Eslovenia será el rival el jueves y, me temo, que Sastre o quien sea al que se le encargue la defensa de la estrella rival, tendrá trabajo extra con Doncic y con Dragic. Queda un día menos para el oro que debe llegar, ojalá el domingo. Nunca nos bajaremos de este barco. Nunca dejaremos de creer.

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