miércoles, 10 de septiembre de 2014

La peor de las pesadillas



España fracasa en su Mundial, víctima de un partido lamentable y de la falta de reacción del banquillo / EEUU - Lituania y Serbia - Francia, semifinales

Y de repente, de un plumazo, todo el sueño se vino abajo. Tras el peor partido que se le recuerda a esta generación de jugadores, España se apea del vagón del Mundial en marcha, tirándose al vacío sin saber por qué, sin saber cómo. Como no queriendo la gloria, como no queriendo llegar a donde todos deseábamos. Como no queriendo casarse con la guapa, en el final feliz, prefiriendo entrar en el barro de un partido áspero, inesperado, y que ha cazado a nuestra selección en el día menos deseable. Despachando un partido insólito, impropio de estos jugadores. Con 2/20 en triples, con veinte rebotes menos que el rival y con 52 puntos anotados. O sea, una barbaridad de tal calibre que será recordada siempre en nuestro baloncesto y los protagonistas quedarán marcados para siempre.
         Porque es muy complicado entender lo que ha pasado en el Palacio de los Deportes en la ya funesta noche del 10 de septiembre de 2014. A cuatro días de ganarle a EEUU, España se queda con las migajas del campeonato, ni optando a medalla, con el sabor amargo de un fracaso de dimensiones extraordinarias. Un volumen de derrota que alguien tendrá que explicar y me imagino que no serán los que deberían ser, empezando por el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Saez.
         Porque, claro, los jugadores juegan, sí. Impropio de estos chavales el partido infame que nos ofrecieron, sin sentido en casi ningún momento del mismo, sólo algo salvado en los primeros minutos de la segunda parte, con siete puntos seguidos de los nuestros para empatar un partido que se nos empezaba a marchar. Impropio de los jugadores los porcentajes, los tiros, los bloqueos, las pérdidas, la incapacidad.
         El entrenador entrena, pero debe ser en los días de preparación de encuentros porque en los mismos, no se le ve. Y eso que tiene a dos pedazos de entrenadores al lado. Algo se le ha tenido que pegar a Juan Antonio Orenga de Sito Alonso y de Jenaro Diaz. Pero no lo hemos visto. O yo, que me he puesto hoy, quizá, las gafas con las que veo peor, con las que veo todo del revés, no detecto algo que se me escapa. Habrá quien vea entrenador en Orenga. Yo veo a un ex jugador al que le ha tocado la lotería. Nunca alguien con menos, llegó a más.
         Pero el presidente dirige los destinos de nuestro baloncesto. Impoluto en la mayoría de su gestión, pero sin capacidad de reacción a la hora de encontrar un digno sucesor a Sergio Scariolo (dos oros europeos, una plata olímpica). Cada vez menos capaz de organizar algo con sentido en nuestro país. En 2007 fracasamos en casa; en 2014, lo volvemos a hacer. Déjame decirte una cosa José Luis, si me permites. El ambiente del Palacio no era el ideal, lo de regalar entradas a mansalva, ha salido mal. Otra vez.
          Ya sé que los jugadores tienen la culpa. La autogestión que se empezaba a atisbar en el comienzo de la segunda parte y que, si hubiera tenido continuidad, nos hubiera asegurado buenas opciones de ganar, se vio truncada porque el entrenador decide en esta selección más de lo que pensamos. Desgraciadamente. Es decisión del entrenador los sistemas de juego y casi ningún jugador se los puede saltar. No hubo ninguna jugada en este partido en la que contara más de cuatro pases. No ha habido nada distinto a lo del Europeo del año pasado. Casi todo pick and roll central, casi todo morir en la línea de tres, casi todo ahogarse en la defensa francesa, sin apenas meter balones en la pintura. Un desastre.
         Y otro campeonato más nos preguntamos varias cosas. Qué hace Víctor Claver en esta selección. Es un jugador que tiene defectos y virtudes. Es un tres alto. Eso es un hecho objetivo y tiene buen tiro. Cero minutos en este partido.
Otra, Felipe Reyes volvía a la selección tras el parón después de los Juegos. Iba a ayudar, es un bregador nato, especialista en coger rebotes. Hemos cogido veinte menos que Francia. Felipe, cero minutos en cancha. Y Abrines, y Calderón ayer casi desaparecido, Ibaka que desaparece en ataque porque no hay sistemas para él. ¿A qué estamos jugando?. Esto era serio, un Mundial en tu casa, no podemos poner a gente de juguete.
         Insisto que los jugadores no han estado, pero se trata en una derrota de poner los puntos sobre las ies. Y es evidente que los errores de banquillo son más groseros que los de cancha. Se necesitan buenos jugadores, buenísimos, para ser campeón del Mundo, pero también se necesita un entrenador.  
Queremos a España y queremos que gane. Pero hay que decir las cosas. Hoy Vincent Collet le ha dado una lección tremebunda a Orenga. Francia a España. Los jugadores galos se sabían el partido. Habían estudiado y los nuestros no. Así nos ha ido. Ahora a ver como EEUU cumple con su pronóstico el día más feliz de Coach K, Mike Krzyzewski, el técnico norteamericano, que en su hotel, se habrá frotado las manos con la victoria gala. NO es para menos.

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