Casi sin despeinarse, sin agobios, sin ningún tipo de esfuerzo y ni siquiera sin entregar el partido al adversario. Así se coló el Barça en las semifinales de la Liga de Campeones. Empató en Munich, pero ya había hecho el trabajo en el Camp Nou con el 4-0 de la ida. No hay vuelta de hoja. Ahora mismo, si hay que fiarse de alguien en Europa, te fías del Barça.
El equipo de Guardiola está a doce partidos de completar un año mágico y no los tiene que ganar todos si no quiere. Sólo con que compita, con que le vayan bien las cosas, en momentos clave, tendrá en su mano el ansiado triplete. Las ocho jornadas de Liga que quedan, los tres partidos de Copa de Europa y la final de Copa.
El 31 de mayo podemos estar hablando de una temporada para la historia. Y para eso está trabajando Guardiola desde agosto, aunque los inicios no fueran halagueños. Recordad aquel partido de vuelta de la previa de Champions en Varsovia, perdido por 1-0; aquel inicio de Liga en Soria con el mismo resultado y auqel empate ante el Racing. Llegaron a salir los pañuelos en el Camp Nou. Al fin y al cabo esto es futbol. Todos los que pitaban aquella tarde de septiembre, jalean ahora a un equipo hecho para hacer historia.
Son pocos los que no se fian de este equipo. Quizá los escépticos que, con todo el derecho del mundo, afrontan una realidad distinta. Esa que dice que hay que ser cautelosos y que paso a paso. Es cierto, pero también poco a poco ha demostrado este Barça haber sabido salir de baches. Porque ha habido baches de resultados, pero no han dinamitado la idea de su fútbol ni una sóla vez esta temporada.
Por eso, por el estilo propio, por todo lo que queda por venir, este Barça puede marcar un hito. Démosle el beneficio de la duda y vean los partidos hasta final de año. Se lo aconsejo. Es posible que vean ganar a un equipo tres títulos el mismo año
No hay comentarios:
Publicar un comentario