Una competición de miedos y fobias

Arranca de nuevo un sueño para el Barça, que se ha convertido en la obsesión histórica de este club. Los azulgrana sólo han podido alzar el trofeo una vez (en el Palau Sant Jordi en 2003) y volvieron fracasados otras nueve veces. Es, por tanto, la competición que más entusiasma a la parroquia culé pero la más complicada, la que aglutina todos los miedos y fobias que tiene este club en baloncesto.
Pero no va a ser tarea fácil la que hoy arranca en el O2 World Arena de Berlín (18.00 h, La 2) para el equipo español. De hecho no está el Barça en las quinielas de favoritos. Esas se las llevan el CSKA, actual campeón, y el Panatinaikos de Obradovic ligeramente superior en las apuestas de calle a sus compatriotas del Olympiakos en la semifinal griega que cerrará el día. Lo ha comentado Xavi Pascual en rueda de prensa. “Ya dijimos que venimos a competir, con ilusión, pero sin desviarnos de una realidad que nos dice que no somos favoritos”.
El técnico español afronta su primera Final Four y está ilusionado en hacer un buen papel. “Algunas veces he pensado que levantamos el trofeo, pero no me quiero obsesionar. Vamos a relajarnos y a pensar en cómo podemos ganar a este equipazo que tiene el CSKA”. Tampoco se obsesiona Pascual con ser primerizo, ni con la solución que tiene que encontrar a la ecuación que le planteará hoy Messina, especialista en preparar estas competiciones. No en vano el mister italiano del equipo ruso ha sido campeón cuatro veces (1998, 2001, 2006 y 2008) pero subcampeón otras cuatro (1999, 2002, 2003 y 2007).
El hecho de ser primerizo no asusta al técnico azulgrana porque su rival hoy y Obradovic ganaron el campeonato la primera vez que lo jugaron. Lo que sí asusta a todo el barcelonismo es que su rival de esta tarde ha llegado a las siete últimas fases finales y, además de la de este fin de semana, ha ganado dos (2006 y 2008), ha quedado subcampeón una vez (2007) y eliminados en semifinales las tres restantes. (2003, 2004 y 2005). Es decir, el equipo de la década.
Cuenta Pascual con todos los efectivos listos para este encuentro en el que el Barça llega muy bien. La planificación de la temporada la ha hecho a la perfección el técnico, considerando como la fase decisiva, ésta que comienza. Por eso, el Barça dudó al principio de año, llegó algo flojo a la Copa de Madrid, pero llega espléndido a la lucha por el título ACB y a este fin de semana de sueños.
Incluso en defensa ha ganado el Barça con el paso de la temporada. Ha dejado en menos de 70 puntos a siete de los últimos diez rivales y eso es mérito del entrenador. “El sistema se corrige con el tiempo. Empezamos concediendo bastante, pero hemos ido perfeccionando todo hasta defender a muerte y muy bien, por cierto” ha dicho Pascual en las últimas horas. Habrá que hacerlo bastante bien hoy frente a un equipo que basó en eso, la defensa, su título del año pasado, y que dejó en una media de 62 puntos al Partizan en el cruce de cuartos de final donde los moscovitas ganaron con mucha facilidad.
Enfrente esta tarde un conjunto que perdió a Andersen, hoy rival para ellos, pero que rediseñó el dibujo interior con Lorbek (fichado de la Virtus de Roma), con Kaun, un americano de 2.13 nacionalizado ya ruso, que fue campeón universitario con Kansas el año pasado, y con Terence Morris, “robado” al Maccabi el pasado verano. Además, no hay concesiones en el exterior con hombres como Holden, Siskauskas, Langdon, Zisis, Planinic y Smodis, en una superplantilla, en la que seis de sus hombres superan los 2.05 m.
La otra semifinal la disputarán como buenos hermanos Panatinaikos y Olympiakos, (21.00, Teledeporte) con un poco de favor en la grada y en las apuestas para los verdes de Obradovic. El equipo del OAKA ganó hace dos años, en Atenas, el título y sus vecinos, verdugos del Madrid en cuartos, no asistían a este acto desde hace doce años cuando fueron campeones. Ahora son dos de los dueños del basket europeo y hay mucha expectación ante este choque, en el que Jasikevicius volverá a ser importante. Él es el auténtico líder de este conjunto y puede culminar el domingo como el único jugador campeón con tres equipos diferentes, tras sus coronaciones con el Barça y con Maccabi.
Invocará el Barça al espíritu de 2003, cuando fueron campeones en el Palau Sant Jordi en una final majestuosa ganada al Benetton del mismo Messina que hoy volverá a estar enfrente de los azulgrana. De aquella tarde de mayo sólo queda Navarro, que con Andersen completan la pareja campeona de Europa en la plantilla azulgrana. Y es que la gloria vuelve a reclamar a un club ávido de estos títulos, pero que no entra en Berlín en el cálculo de casi nadie. A ver si se equivocan.