A España se le aclara el camino

El próximo jueves día 30 de julio, la selección española echa a andar de cara al Eurobasket de Polonia que arranca para los nuestros el 7 de septiembre. Ese día, los de Scariolo están citados en Madrid y el día siguiente parten para San Fernando, y afrontar allí la primera fase del stage. Comenzarán entonces unos sueños de oro europeo que no se nos quitan de la cabeza porque tenemos, con mucho, la mejor selección del campeonato. Lo pensaba antes y, desde luego, lo pienso ahora, una vez que algunas de las grandes rivales van confirmando bajas de última hora, que lastran mucho sus opciones.
Por eso escribo esto. Por la necesidad de creernos favoritos y de crearnos, sin la presión excesiva que lleve a un desengaño tremendo, esa atmósfera algo parecida a la que creaban Yugoslavia y la Unión Soviética en los ochenta y principios de los noventa. Somos la selección a batir y no hay que temer a nadie.
Por supuesto, más todavía desde que Rusia confirmó a principios de mes que no contaría ni con Holden ni con Kirilenko para este campeonato. Mucho me parece que tendrá que remar el resto de equipo para convertir de nuevo a Rusia, ni siquiera en favorita a las medallas. Es más, parece que su vecina Lituania está en una disposición mejor de hacer algo interesante, con casi todo el elenco con el que se presentó en los Juegos de Pekín y donde nos hicieron sudar tinta para derrotarles en semifinales.
Otra que ha confirmado bajas es Grecia. Este domingo pasado se confirmaron las de Diamantidis y Papaloukas. Los artífices de la gran temporada de Panatinaikos y Olympiakos, han dicho basta por sus problemas físicos. Uno, el caso de Diamantidis, porque no estaría recuperado al cien por cien para la cita de Polonia. Otro, el caso de Papaloukas, porque ha decidido descansar. A sus 32 años, el mejor sexto hombre de Europa, le ha comunicado a su seleccionador (y también entrenador todo el año en Atenas), Giannakis, que no cuente con él. En las dos selecciones se me antoja difícil que resuelvan esos problemas para estar arriba. Son bajas demasiado importantes, como para que no se noten. Pero luego habrá que certificar en la cancha, que están heridos de verdad.
Por ahí se le empieza a aclarar el Europeo a la selección de Scariolo siempre y cuando vaya con cuidado. Luego, existen otras selecciones a las que la historia les exige un Europeo de garantías y que se convertirán en unas escuadras complicadas. Pero por el momento, todo empieza bien o, al menos, esperanzador.