PRIMER PARTIDO. BARÇA 81 - 80 REAL MADRID
El Madrid desperdicia una ventaja de 17 puntos para perder el primer partido de la final, resuelto con un triple de Huertas sobre la bocina / Mickeal y Lorbek, claves en la remontada culé
Es
posible que sólo sea el triple de una victoria, que se trate de la suerte del
campeón, que Marcelino no vuelve a meter eso en su vida. Pero es también
probable que decante un título ACB, que la moral del Madrid se resquebraje y el
equipo blanco se hunda. El 1-0 del Palau para el Barça puede no significar nada
y significarlo todo.
Se
arrodilló el Madrid a un segundo del final, poco después de que Llull hubiera
elegido la peor de las opciones para su equipo con dos arriba en el marcador.
El base menorquín había lanzado un triple al límite de la posesión, cuando podía
haber elegido penetrar para sacar falta. Le estaban haciendo un aclarado de
libro, ordenado además por su entrenador desde el banquillo. Llull se cegó, se
le hizo de noche y, quién sabe, no vaya a decidir con esa opción errónea un título
de Liga.
Es
cierto que el triple de Marcelino Huertas desde 12 metros es inconmensurable,
tanto que es anecdótico perder un partido así, pero le puede hacer mucho daño
al Madrid y rearmar a un mal Barcelona que se encontró con el partido,
aceptando de buen grado el regalo del Madrid. Porque eso es lo que le hizo el
equipo blanco al blaugrana en el último cuarto, todo un presente.
Había
comenzado igualado el partido pero pronto demostró el Madrid que está en la
final para algo. Ya tomó ventaja en el primer cuarto y al descanso se iba con
seis arriba (37-43). Pero un parcial de 0-11 en el tercer periodo le dio al
Madrid hasta 18 puntos de ventaja (43-60, a quince minutos del final). Nadie
presagiaba un final así. Hacía aguas el Barça en ataque y Carroll y Tomic tomaban
la iniciativa blanca en ataque. Un soberbio encuentro del croata no sirvió para
que su equipo ganara. Algo ha fallado en ese último cuarto.
Faltó
la intensidad que tuvo en los tres periodos anteriores y al Barça le sobró de
todo. Tuvo fuerzas para levantarse cuando estaba muerto de nuevo, tras una canasta
de Tomic que ponía al Madrid once arriba a cinco minutos (67-78). Tuvo arrestos
el Barcelona que culminó un 11-0 de parcial a 42 segundos para empatar el partido
a 78 con un triple de Navarro, mejor ayer que en todo el play off.
Fue
entonces cuando al Madrid se le vino el mundo encima aunque no tenía por qué.
La situación lo indicaba pero Laso estaba frío. Dos tiros libres de Llull pusieron
a su equipo dos arriba y Navarro lanzó precipitado un triple que se fue al
limbo. Fue entonces cuando, sin tener porqué, con todo a favor, al Madrid se le
fue la cabeza. Con la posesión en 28 segundos el equipo blanco ataca para machacar
el partido convencido de que el Barcelona haría falta, pero Pascual decide
defender en una opción muy arriesgada. A partir de ahí, lo sabido, el triple errado
de Llull por falta de ideas, el triple desesperado de Huertas (los únicos
puntos del partido) que dan una victoria con sabor a algo más que un mero
triunfo en la Final.
Mañana
(22.00, La 1) el segundo partido en el que la pregunta a responder está clara.
¿Será capaz el Madrid de sobreponerse? Laso lo tenía muy claro en rueda de
prensa. “Hemos hecho todo bien o casi todo. Sólo nos ha derrotado un triple
desde casi medio campo y a una pierna”. Tiene razón el técnico vitoriano, pero
esto es basket. Y lo que pasó ayer puede decidir, por muy increíble que sea, un
título
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