jueves, 14 de junio de 2012

El Barça sale del túnel y revienta los pronósticos

CUARTO PARTIDO. R.MADRID 75 - 81 BARCELONA

 Victoria culé en un partido muy serio en el Palacio / El Madrid notó la presión y no supo realizar el juego tradicional / Quinto partido en el Palau el sábado

Podía pasar y, tratándose del actual campeón, se podía esperar. El Barça hizo un ejercicio de autoestima las 48 horas que precedieron a la esperanza, las siguientes al desastre del lunes. Ganó ayer en el Palacio, sacó la cabeza y ahora es un poco más favorito en el quinto y decisivo partido del sábado en el Palau.
            El cuarto partido no fue ninguna broma. Con el público encima por lo que había sucedido en el tercero, el equipo de Pascual tuvo que ser doblemente firme, tuvo que estar doblemente concentrado. Ayer sí salieron todos a la cancha, no había tiempo a posponer la machada. Tendría que ser ayer y no desoyeron los culés la llamada de su honor, la que dice que debían ganar para salvar el orgullo.
            Y todo a través de detalles concretos que no pasan desapercibidos. Por ejemplo la zona impuesta por Pascual en el primer cuarto, inesperada a todas luces pero que hizo complicado el nivel de juego del Madrid. Había que impedir que los blancos corrieran, conseguir que el juego de Llull y Rodríguez fuera lento. Lo consiguió el Barça en el primer tiempo, con un soberbio Lorbek y un gran Wallace (sí, Wallace). 15-17 en el primer cuarto, 34-39 al descanso.
            Fue entonces cuando Pablo Laso tuvo que arreglar algunas cosillas. Las justas para que el Madrid impusiera un poco su rimo al comienzo del tercer parcial para meter presión a su rival. Pero Navarro ayer estaba de dulce, Lorbek y Mickeal cumplían, Marcelinho dirigía, ayer, magistral. El Barça se va de nuevo en el marcador y consigue una máxima de once (49-60), se tranquiliza de cara al último envite, ese en el que se iba a jugar todo el futuro.
            Pascual se limitó a contener el juego blanco en el último cuarto. Un periodo muy inteligente del bando azulgrana. El Madrid se acerca a cuatro (58-62) a seis minutos, el Barça estira el marcador y a tres minutos y medio tiene una máxima de doce (64-76). Tira el Madrid de orgullo para anotar cuatro puntos, pero el Barça responde con dos canastas de Navarro y un triple de Lorbek que parecen matar el encuentro (68-79).
Fue entonces cuando aparece el último arreón blanco. Siete puntos de Mirotic consecutivos ponen al Madrid a cuatro a 40 segundos del final. Pero ahí estaba el mejor cuatro de Europa, Erazem Lorbek, para inventarse una canasta en la cara de Tomic. Partido ganado, habrá quinto en el Palau y allí, con la ventaja como local, será otra cosa. Asunto del Madrid será que no sea así y que el equipo de Laso pueda hacer un buen partido (otro) en Barcelona, donde es tradicional hacer buenas cosas este año. Por ahí debe venir el optimismo blanco. No será fácil para nadie. Conclusión, será bueno para el espectador.

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