viernes, 10 de agosto de 2012

España remonta en una segunda parte sublime




Perdía España en el descanso 20-31. Sensaciones terribles, sin opciones, con confusión máxima haciendo que Rusia fuera un superequipo habiendo pasado ligeramente de la treintena de puntos en 20 minutos. Pero es que España estaba tan mal, que cualquier cosa era buena para el rival. Con porcentajes de tiro cercanos al ridículo y con posesiones pastosas que hacían no creer nada en el grupo de Scariolo, en el bloque de todos, ese que ha hecho vibrar a este país los últimos diez años.
            Pero cosas del baloncesto, todo cambió en una portentosa segunda parte. Con que hubiera sido normal, España ya hubiera tenido opciones, pero es que fue abrumadora. En seis minutos de cuarto, España ya había anotado más puntos que en el resto del partido y Rusia notaba el aliento de la campeona de Europa. Esa cercanía es mala para el rival y fue nefasta para Rusia que se achantó, se empequeñeció de la manera más vulnerable. España estaba de vuelta.
            Funcionó todo en una segunda parte de ensueño. Entraron los tiros, se buscaron mejores ataques, con pases extras constantes. Y, sobre todo, se apretó en defensa. Apretaron dos no habituales. Llull y San Emeterio, extraordinarios en la tarde de hoy. También Felipe hizo lo suyo. No así Ibaka, algo tímido en la primera parte y sin aparecer en la segunda. Ya estaba empatado el partido al comenzar el último cuarto y España estaba diez arriba a tres minutos del final del choque, gracias a dos triples certeros de Calderón y a varias jugadas de intensidad defensiva sublime.
            La selección dio una cara horrible en 20 minutos y pareció otra distinta (lo fue) en los 20 restantes. La selección sabe sufrir, sabe estar en el partido, sabe remontar y sabe no jugar tan bien y ganar. En doce años la selección ha ganado dos veces quedándose en menos de 75 puntos y han sido los dos últimos partidos, ante Francia y ante Rusia. Eso es un dato a tener en cuenta.
            Rusia es un buen equipo pero le faltó consistencia. Casi perfecta en el primer tiempo, basando todo en la defensa y muy mal en la segunda, defendiendo peor y atacando mal. Kirilenko y Shved no tuvieron esta tarde su mejor partido que digamos. La estrella rival se permitió el lujo de fallar seis tiros libres en el último cuarto. Casi nada.
            Ganó una parte cada entrenador, pero la parte que ganó Scariolo fue más vital que la que ganó Blatt. El técnico de la selección adelantó las líneas hasta límites insospechados. Ahí es bueno Llull, ahí es importante San Emeterio. Desde la defensa se hizo un buen partido en la segunda mitad, se consiguió la remontada, dejando a Rusia en 28. En días en los que no entran los tiros habitualmente, la defensa es crucial. En una selección de calidad, defender bien es ganar seguro. Blatt diseñó un plan perfecto pero para medio partido. Dos contra uno constantes cuando España metía balón dentro, defensa asfixiante y búsqueda del pick and roll, efectivo en el primer capítulo del partido.
            Escribo esto antes de ver el EEUU – Argentina que, casi seguro, se llevarán los americanos, a no ser de sorpresa mayúscula. El domingo a las cuatro de la tarde veremos el partido que casi todo el mundo quiere ver. Pero será otra cosa, otra historia. Si jugamos 40 minutos intensos, quizá podamos soñar en algo, si jugamos sólo 20, como hoy, no podemos ni imaginarlo. Será imposible.

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