lunes, 22 de octubre de 2012

¿Por qué se va el Madrid de los partidos?



Al tratarse de un equipo grande, el de más historia del basket español, se tendría que hacer mirar el Madrid lo de irse de los partidos, el estar apático durante casi treinta minutos, para remontar y demostrar la clase que tienen justo en el último cuarto. Simplemente porque algunas veces sale bien, ayer en Canarias remontando doce puntos en dos minutos y medio, y otras sale mal, como el viernes en Moscú, para perder en Euroliga.
            Ya sé que no es controlable, que los partidos se juegan en el momento y que, evidentemente, el equipo de Laso y el propio entrenador no son conscientes de ello en ese instante, pero al pasarte dos veces en dos días sí que es entrenable, y tiene que ser, por obligación, mejorable. Porque da la sensación de que el Madrid, concentrado, hubiera ganado los dos partidos de calle, pero perdió uno y ganó por los pelos el otro. Eso sí, esta última remontada perdiendo a 2.34 por doce puntos (82 – 70) entra dentro de los anales de la ACB, parecida a la de Vitoria en 2005 que le valió la Liga, y hace que el grupo de Laso sea lider de la competición.
            Dejando el Madrid a un lado es obligado reconocer en esta jornada de reflexión de todos los lunes que el Valencia basket de Perasovic tiene una pinta bárbara. La tiene por plantilla a pesar de perder a De Colo y a Claver, pero la tiene sobre todo por el entrenador que hay en la banda, un ganador, un croata de carácter, un tipo que sabe a qué juega y al que le preceden las semifinales del año pasado. Los levantinos están invictos y darán que hablar en esta Liga.
            Como lo harán Unicaja, Caja Laboral y Estudiantes. Los dos primeros ganaron y están al acecho de los líderes de la Liga. Estudiantes perdió pero por un punto en Bilbao, cancha de la que saldrán pocos ganadores (si sale alguno). Los del Ramiro estaban invictos y ponen el primer borrón de la temporada, pero justificable al máximo. Pinta de que este año sí que es el del equipo colegial.
            Unicaja y Caja Laboral van a lo suyo. Sin hacer ruido pero ganando. Los malagueños se han hecho ya a Repesa y cosechan tres triunfos consecutivos, el último en Fuenlabrada donde todo huele muy mal. Problemas con los patrocinadores y equipo que no acaba de cuajar hace que los madrileños sean, este año, candidatos al descenso y sufrirán si quieren quedarse.
            Buena pinta tiene, otro año más, Caja Laboral. A pesar de perder a Prigioni y a Teletovic. Ganaron al Joventut con muchísima amplitud y sólo tienen el lunar de Zaragoza de la primera jornada donde cayeron por 13 puntos en una mala mañana. Se han complicado la vida en Euroliga pero yo a un grupo liderado por Ivanovic nunca le daría por muerto. Nunca.
            Me sorprenden Blancos de Rueda y Blusens, sensaciones en estas jornadas. Los vallisoletanos ganaron ayer el segundo partido del año y aguantan el tirón entre los grandes. Los gallegos perdieron por cuatro tan sólo en cancha de Valencia y suman su primera derrota. Gran trabajo el de Moncho Fernández en Santiago. Equipo a tener en cuenta para ser la revelación.
             Y luego, para terminar, está el Barça de Pascual. Levantando pasiones y odios. Pero no hay medias tintas con este equipo. O te gusta o le aborreces, o te encanta el basket control y granítico, o desenchufas el televisor, preso de un ataque de nervios. Sabéis que yo soy de los primeros pero tengo cerca a gente que son de los segundos. Se puede convivir con ellos. Tengo que decir que hay respeto mutuo. Se trata de entender los argumentos del contrario. Ellos lo hacen conmigo. Yo, con ellos.

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