miércoles, 31 de octubre de 2012

Quizá Howard no baste




Había una vez en 2004 que los Lakers tenían en su plantilla a Gary Payton, Kobe Bryant, Karl Malone y Shaquille O’Neal, entre otros. Más que nada, estos eran los que partían la pana en el equipo angelino pero aquel año no ganaron el anillo, víctimas de una gran defensa de Detroit en la final donde cayeron derrotados, contra todo pronóstico, por 4-1.
Ese equipo me recuerda muchísimo al de este año con Nash, el mismo Bryant, Gasol y Howard. Un equipo tremendo pero que ha perdido todos los partidos de pretemporada y el primero de temporada regular ante Dallas. Un equipo que da la sensación de que no se le va a escapar el anillo pero de grandes expectativas y fiascos está llena la NBA.
Me refiero con esto que los Lakers no van a ganar con la camiseta como piensan muchos y no van a ganar sólo con el fichaje de Dwight Howard ni con la efectividad de Bryant ni con el buen hacer de Gasol. No van a ganar con la dirección de Steve Nash. Esto no es tan fácil como la gente piensa.
El fichaje de “Superman” Howard puede darle a los Lakers muchísimo. Eso es indudable. Le da contundencia porque es el único pivot de la NBA dominador, estilo O’Neal de antaño. Es una pieza clave que asegura puntos y rebotes. Es la llave para abrir partidos el día que Bryant no esté o no se le espere, el día que Pau esté despistado.
Pero es evidente que no sólo con eso se gana. Hay que darle contundencia y solidez al equipo. Y esto lo tiene Miami Heat con Lebron, Wade, Allen, Bosh y Rashard Lewis. Eso es un equipo, campeón ya el año pasado y más rodados que estos Lakers, peligrosos como nadie pero no muy fiables aún.
Esperamos el salto definitivo de Dwight Howard. El jugador que se intuyó en los primeros años de Orlando, el que se consolidó con el paso del tiempo y llegó a la final en 2009. Pero queremos a un MVP, al jugador dominador al que un equipo como Lakers le viene como anillo al dedo. Ahora, eso de ganar 72 partidos como los Bulls en el 96, ni de broma.

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