FIRMA INVITADA
FRAN GUILLÉN
FRAN GUILLÉN
Empresa difícil jugar a los
adivinos en una Copa del Rey en la que todo lo que no sea apostar a que el Real
Madrid va a ganar, arrasar incluso, se antoja casi una osadía. El desafío es
descubrir si hay vida más allá de la apisonadora que conduce Pablo Laso.
Tres factores son los que han
de avivar la esperanza de los rivales: el hecho de que los blancos abren la
competición precisamente contra el único equipo que les ha inquietado esta
temporada dentro de nuestras fronteras, el factor de jugar en un territorio
excesivamente comanche y el carácter de competición con un punto suicida de
esta Copa, donde ya no un mal día, sino un mal cuarto, te empuja al precipicio.
En el análisis sosegado, el
Real Madrid lo tiene todo: una plantilla completa y rebosante de soluciones en
la rotación y un punto de autoconfianza, de sentirse intocables, que ha hecho
crecer exponencialmente el nivel de varios de sus puntales. El pensar que
ciertos componentes del vestuario merengue, como Llull o Sergio Rodríguez,
llegan a Vitoria en el cénit de juego de sus carreras es inevitable. Por si
esto fuera poco, el ‘run & gun’ de Laso parece haber fraguado. Demasiados
planetas se tienen que alinear para que alguien sea capaz de tumbar al Real
Madrid, indiscutible cabeza de serie número uno del torneo.
El ramillete de aspirantes
parece encabezado por un Caja Laboral que cuenta con dos grandes razones para
soñar: su público y su entrenador, que se subió a la ola de las victorias nada
más aceptar el desafío baskonista, desatando una inercia ganadora que ha vuelto
a propiciar que el personal se ponga firme cuando piensa en el equipo
vitoriano.
Quizá en ese mismo peldaño se
encuentre el Regal Barça, al que nadie se atreve a sentenciar pese a que su
primer cruce le haga parecer carne de cañón. Lesiones y momentos de forma
aparte, cuenta con un puñado de jugadores aún dominantes en un marco de máxima
exigencia.
En el escalón de los que
aguardan a rebufo de los grandes están Valencia Basket, Uxue Bilbao Basket y
Asefa Estudiantes. Los primeros son quizá la mejor plantilla fuera de las ‘powerhouses’
de la Liga Endesa, los segundos cuentan con la dulce locura de Kostas
Vasileiadis y los terceros detentan la calidad de equipo incómodo por
excelencia: un día inspirado de los del Ramiro les convierte en una bomba capaz
de explotarle en las manos a cualquier grande. Quizá habría que incluir en esta
consideración al Herbalife Gran Canaria, pero los de Pedro Martínez son un
equipo diesel, poco copero, tendente a no cumplir las expectativas en torneos
tan fugaces y mucho más cómodo en competiciones de largo recorrido.
Resta, por último, el CAI
Zaragoza, teórico convidado de piedra. Un mortífero debut hace que los
muchachos de José Luis Abós no merezcan la consideración de casi nadie. Ojo a
las muñecas de Rudez y Roll y al salto cualitativo de Henk Norel en su papel de
jugador de referencia, en cualquier caso.
* FRAN GUILLÉN ES PERIODISTA
* FRAN GUILLÉN ES PERIODISTA
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