jueves, 7 de febrero de 2013

Un partido para la historia


 El Barça rompe los pronósticos y vence al Madrid tras dos prórrogas y uno de los mejores clásicos de los últimos años / Rudy y Navarro, desaparecidos, dejaron lo estelar para Tomic, Mirotic y Mickeal 
            

Y a las primeras de cambio, las quinielas rotas, los pronósticos destrozados tras un partido para el recuerdo de la historia. Fue épico, sublime. Dos prórrogas y victoria del Barça. Ese Barça que siempre vuelve, que siempre está aunque no se le esperaba demasiado en esta cita de Vitoria. Siempre se dijo esta temporada que el equipo que le mantuviera a los de Laso el nivel anotador, le podía ganar. Pues ha pasado esta noche. El Madrid, roto en la decepción, la primera de la temporada, aunque por el nivel de juego mostrado no se esperan muchas más. Pero Laso tiene cosas que decirle a sus jugadores.
            Por ejemplo a Rudy, casi desaparecido en el partido. Incluso negado, ahogado por la responsabilidad. Hubo momentos del partido en el que el jugador franquicia era o Llull o Mirotic, pero no el mallorquín. Mereció un sitio en el partido Rudy pero le costaba. Aún así, cuando hay calidad, se nota. Dos canastas suyas al borde del final de la primera prórroga mantuvieron al Madrid en el encuentro.
            Casi nunca defrauda un clásico y menos en unos cuartos de final de Copa. Incluso en los últimos años cuando ha habido victorias claras de uno y otro ha habido buen espectáculo porque el equipo de turno exhibía en el pabellón un portento de poderío físico y efectividad. Pero ya cuando el partido es igualado no hay humano que se lo pierda. Este Madrid – Barça ganado por los catalanes a las primeras de cambio en la Copa ha sido un espectáculo.
            No hubo tregua desde el principio. El 0-5 inicial del Barça, la remontada del Madrid, el 23-32 que ponía para los de Pascual la primera diferencia seria. La gran virtud del Madrid cuando se pone a defender y sigue sabiendo atacar. El 35-34 para los blancos. El 46-49 del final de la primera parte. Un primor de baloncesto. Incluso los árbitros se unieron al espectáculo, en la parte negativa. La intensidad del segundo cuarto merece un monumento. Tanto como la ineptitud de sólo ver una falta en el bando culé y 8 en el blanco. Algo no cuadra. Como no cuadró que el Barça llevara cinco faltas en los cinco primeros minutos del tercer cuarto. Y por ponerse algo pijoteros, las últimas acciones del partido donde hubo diversos miedos a pitar.
            Y en la segunda parte todo siguió igual. Lorbek, Mirotic, Carroll, Mickeal, todos acertadísimos. Un buen partido ganado también desde el banquillo por Pascual en la guerra de ajedrez con Laso. En el tercer cuarto decidió el Barça que también se podía jugar lento, a menos ritmo. Como si dominara el encuentro, algo inaceptable por el rival siempre y más al empezar el partido. Algo impensable, pero los de Pascual manejaron a su antojo ese parcial. Aún así sólo sacaron un punto de rédito y antes de afrontar la guerra final el Barça ganaba 60-64.
            La alarma para el Barça salto a siete minutos del final con la cuarta de Mickeal pero no saltó en el banquillo porque Pascual le mantuvo en pista. Una idea buena pero arriesgada porque Pete es un jugador que puede estar tranquilo pero un partido como estos… Le salió bien la jugada a Pascual y Mickeal no fue eliminado, aguantó. Como aguantaron los dos, épicos en un final de infarto. Con empate en el marcador gracias a que el Madrid remó a contracorriente, Tomic, casi en lo único que hizo mal en el partido (20 puntos, 9 rebotes) lanza precipitado y falla y Llull no acierta con la defensa en zona de Pascual. Prórroga
            Y luego en el tiempo extra seis arriba el Barça, a dos y medio del final con canasta de Marcelinho. Partido casi ganado, pero el Madrid remonta y se pone arriba en un minuto y cuarenta segundos. Con 50 por jugar el Barça falla la canasta que le aparta casi definitivamente de la final, pero aún quedaba la bala del milagro. Con tres arriba para el Madrid con cinco segundos por jugar, Lorbek recibe falta, anota el primer tiro, falla el segundo en una jugada muy abrupta (quizá ilegal), Tomic coge el rebote y con décimas en el marcador Erazem vuelve a dar oxígeno al Barcelona. Empate milagroso. Tremendo.
            Y para la segunda prórroga algo más cerebral. El Barça manejó demasiado bien para los intereses blancos el encuentro. Estas cosas da la sensación de que pueden ser los únicos flecos que le quedan a Laso por cubrir. Pero pueden ser muy importantes de cara a lo que resta de temporada. Fue el equipo de Pascual mejor cuando había que serlo, más tranquilo. A pesar de todo el Madrid estuvo siempre en el partido gracias a los triples de Llull con dos en el último minuto (17 intentados, récord en la Copa, con cinco aciertos) c, incluso con uno abajo (101-102) tuvo Hettsheimer la oportunidad para ganar pero falló. A tres segundos Marcelinho anotó dos tiros libres para situarse 108-111. Fue muy largo el triple de Llull para empatar, demasiado para otro milagro. Ese nunca llegó para el Madrid. Y quizá, analizando el partido, sean demasiados 38 triples intentados. Diez tiros libres fallados de 26 intentados. Son valoraciones que hará Laso, pero seguro que estarán en su agenda

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