lunes, 11 de febrero de 2013

Tapado, pero campeón


El Barça consigue la Copa del Rey cuando no entraba en casi ningún pronóstico / Vence en la final a un Valencia que se desplomó en los últimos doce minutos / Mickeal, MVP


Escondido llegó a Vitoria, sin hacer ruido, sintiéndose no favorito. Como si la historia de este club no le obligase en esta cita a estar ahí, entre los mejores. La situación en Liga no era buena, pero es verdad que estaba ascendiendo. En esas condiciones se encontraba el Barça el miércoles y, de repente, el domingo, es campeón. Como un asesino silencioso. Sufrió en el primer partido pero ajustició cómodo a sus dos siguientes rivales.
            Ha ganado el Barça su 23ª Copa e iguala al Madrid en títulos. Es la tercera de Pascual, la tercera de Mickeal, la sexta de Navarro. Ayer Juan Carlos no apareció. Cero puntos fallando sus dos lanzamientos de dos y sus seis triples. Pero acabó, de un plumazo, con el mito (verdadero, ahí están los datos y los partidos) de que sin él el Barça no podía ganar. Vaya si ganó y convirtió en realidad la opción de que sin él, el equipo culé aspira a todo también. Y eso que Navarro es mucho Navarro.
            Fue ajustada la final hasta la segunda parte, hasta que se le acabó el físico al Valencia, hasta que los levantinos creyeron en el milagro. No hubo forma. A partido largo e intenso gana el Barça por una cuestión normal. Hay más plantilla y eso que los de Perasovic no la tienen mala. Es un buen equipo que aspirará a todo en Liga (es actual semifinalista) aunque tenga altibajos en la competición.
            Pero el equipo azulgrana es más profundo, más largo. A seis minutos del final del tercer cuarto anotó Oleson un mate que culminaba un 7-0 de parcial y que ponía a los culés 13 arriba (52 – 39). Ya se le acababa el fuelle al Valencia y eso que Perasovic lo intentó parar con un tiempo muerto. 61 – 53 antes de entrar en el cuarto definitivo. Oxígeno todavía, pero sensación de que no iba a poder ser.
            Y sin Navarro salió Mickeal en el Barça (MVP), Tomic, Oleson, Marcelinho. El brasileño maneja como quiere un partido de basket. Pudo con todo, impuso el ritmo. Enfrente ya no había fuerzas. Ni Rafa Martínez, ni Pietrus, Ni Lischuk, lastrado ayer con tres faltas en doce minutos. El Barça se fue definitivamente en el marcador tras triple de MIckeal (73- 57). Todo se había acabado.
            Consiguen los de Pascual una Copa de mérito, que empezó a tocar ganando al Madrid el jueves. Ese partido marcó todo. Le dio confianza al equipo, que ganó casi de manera convincente al anfitrión y ayer la final a un Valencia inferior. Llegó a Vitoria de tapado y eso que es un grande, pero sale de la capital alavesa como alternativa a todo. Tiene de todo y bastante bueno. A nadie le extrañaría que esta racha negativa que ha pasado diciembre y enero sea sólo una anécdota. El Barça luchará por los dos títulos que quedan, sin duda. Que nadie entierre a este grande que lo sigue siendo. Eran justas las críticas hechas al equipo a la hora de hacerlas. Pero también es claro que la plantilla se ha dado cuenta, ha reaccionado. Todos han reaccionado, incluido un aletargado Pascual en un momento de la temporada que ha emergido como un estratega en momentos claves. Era evidente.

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