miércoles, 20 de agosto de 2008

Con este espíritu, sí


Y al final no fue tan coco el partido de cuartos. Siempre es el que marca las distancias, el que te hace soñar o desesperarte. En definitiva, el cruce definitivo que ayer España solventó de forma fantástica para meterse en semifinales de unos Juegos tras 24 años. Aquel 1984 llegó a la final y la perdió contra EEUU, algo muy parecido a lo que España planea en esta cita.
Fue un encuentro trampa que no lo fue tanto visto lo visto. Porque España empezó muy bien, demasiado para los croatas. 12-1 de salida que mata a cualquier rival. De esa docena de puntos, 9 de Gasol para empezar a allanar el camino. Pero con la selección de Aito en juego esa diferencia se antoja casi imposible de remontar. Sólo habían pasado cinco minutos de partido. Croacia tarda siete minutos en anotar en juego y mientras Gasol se iba por encima del resto (12 puntos en el primer cuarto), el rival no respondía en el primer parcial (22-11). Todo demasiado para unos balcánicos que, además, no tenían el día. Una conjunción letal.
Tuvo Croacia un respiro en el segundo cuarto con un parcial de salida de 0-5 tras triple de Davor Kus (22-16), pero sólo fue un espejismo. Aunque el enemigo de ayer no le perdió la cara al partido hasta el comienzo del último cuarto, no pudieron colocarse a menos de diez puntos. Lo más cercano, ese parcial de seis abajo y casi acabando el segundo capítulo, con ocho abajo (34-26). Sueño roto tras triple de Rudy y descanso con 37-26.
La defensa volvía a funcionar y lo hace también en el tercer cuarto, un tiempo de poca anotación (14-12). En ese cuarto la relajación de la selección se había notado. Los nuestros habían llegado a la cima de los 18 puntos (50-32), pero Repesa ordena una zona 2-3 que colapsa los últimos tres minutos de la selección. Ahí fue cuando el técnico de la Lotomatica vio luz. 51-38 al final del cuarto con 1-6 de parcial, unido al triple de Tomas nada más comenzar el último acto (51-41).
Pero ayer todo era mentira para Croacia. Las sensaciones, sin ser malas, no eran las adecuadas. Rudy, Calderón y Garbajosa fulminan el intento de remontada con doce puntos consecutivos sin contestación rival, que dejan a los balcánicos heridos de muerte (63-41). De ahí al final, todo fue tranquilo para España. Hasta 23 puntos (65-42). Un lujo para un partido de cuartos de final sin desgaste excesivo. Manejando incluso el partido cuando lo necesitó, con esas salidas explosivas de partido que tienen, habitualmente, los equipos de Aito, a quien seguro no le gustó el final del encuentro. Conociéndole, el madrileño no debe estar nada contento con los últimos segundos de encuentro. Con 72-54 para España, la selección se dejó anotar cinco puntos en apenas siete segundos. No tiene importancia, pero seguro que hubo charla al final.
Gasol, ayer sublime (20 puntos, 10 rebotes) recordó al Pau que nos gusta más. A ese Pau que no sólo anota sino que rebotea y hace jugar al quipo. Ayer el español hizo el mejor partido en los Juegos, incluso por encima de días que ha anotado más (29 puntos ante China, 31 ante Angola). Pau fue más que nunca y eso lo notó España.
. Como debe notar el país que las sensaciones han cambiado. Lo de ayer sí que fue defender como casi todo el campeonato, pero se necesitaba recuperar esa parte del juego. Ayer Croacia agotó la posesión en ocho ocasiones, algo bastante inhabitual. Las tuercas bien puestas y todos unidos por la concentración.

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