Al final lo que importa es proponer algo sobre el césped. Intentar jugar al fútbol. Para eso está este deporte porque en esta competición que es la Champions quien especula se va a casa. El Atlético y el Madrid están fuera por ser mezquinos, por no haber sido capaces de imponerse por fútbol a su rival. En el caso del Madrid, miren Ustedes, con algo de explicación dada la superioridad del Liverpool en los dos partidos. Pero en el caso del Atlético no hay argumento posible. Diga lo que diga Abel.
Porque quitar a Aguero en el partido de ida a media hora del final y no sacar de inicio a tu mejor hombre, Forlán, en el partido de vuelta, es para echarse a temblar. Es un ataque de entrenador propio de alguien al que los halagos por el gran derbi del Bernabeu se le han subido a la cabeza. Allí le ganó la partida táctica a Juande, y en Oporto quiso inventar el fútbol, pero se pegó tal tortazo que hoy se puede decir que no será el técnico del Atlético el año que viene.
El Madrid fue barrido en una noche trágica en Anfield. El Atlético, en el partido que más necesitaba marcar, no tiro ni a puerta. A mí que me lo expliquen, pero sobre todo que se lo expliquen a los seguidores del club rojiblanco.
Menos mal que nos quedan los dos equipos que sí proponen. Esos a los que no les importa que el partido sea de ida y vuelta. Es verdad que en esta competición también tienes que ser cauto, pero el Barça y el Villarreal están en cuartos por sus partidazos, sobre todo de vuelta. Los amarillos en Atenas comiéndose al Panatinaikos; los azulgrana goleando sin piedad al Lyon.
Y ahora vuelve la Liga. El Madrid, amedrentado pero peligoroso cuando se cabrea en Bilbao. El Barça en Almería y Atlético y Villarreal se citan en el Calderón, en el partidazo de la jornada. A ver la que nos guarda el inventor del fútbol, que ahora resulta que es toledano y se llama Abel Resino
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