sábado, 4 de septiembre de 2010

La otra España llega a Estambul

La selección gana a Grecia, olvida el pasado y se presenta en cuartos del Mundial / Serbia, la rival el miércoles / La victoria se gestó con los no habituales en cancha

ESPAÑA 80 - 72 GRECIA

Era una cuestión de fe y un enorme ejercicio de concentración. Algo debía cambiar tras los despistes de los últimos días, para que España se plantara en cuartos de final del Mundial y empezara a pensar en las medallas. Y pasó. Todo lo que pensábamos sucedió de manera positiva para hacer, tras un partido épico, que la selección se encuentre ya entre los ocho mejores del mundo y cerca de poder alcanzar las semifinales, tope exigido para esta gran generación de jugadores.
Y no fue fácil. Nunca es fácil ante Grecia. Es más, es una guerra, todo vale, contactos físicos contínuos, trampas, palos, todo para que el rival no anote. Un partido de los que dicen vale la pena jugar pero que es una histeria absoluta verlo por televisión. Los helenos arrancaron más fuertes el partido con un 0-4 de salida y un 11-17 que asustaba, pero Mumbrú acortaba con un triple y una defensa en zona comenzó a dar resultado. 21-19 al final del cuarto.
Un segundo capítulo muy positivo para España dio paso al descanso. 37-31. La defensa en zona de Scariolo ahogaba al rival que no veía aro. 3 faltas de Spanoulis eran la mejor noticia para España. Grecia se achicaba y empezaba la selección a creerse lo que era algo casi normal, que podía vencer.
Pero no lo iba a hacer sin problemas. En el peor arranque que se recuerda en un cuarto, Grecia se pone arriba 37-38. Y no era un espejismo. Más contactos físicos, más defensa fuerte, individual, que contrarrestaba la zona de España. Grecia se pone seis arriba a dos minutos del final del cuarto. España estaba en el alambre (45-51) y sin muestras de reacción viendo la eliminación más cercana.
Pero otra vez la zona, la dichosa zona dirá Kazlauskas, técnico griego, bendita defensa zonal que ordenó Scariolo y que sirvió para remontar en apenas un abrir y cerrar de ojos. 52-51 antes de la batalla final. Y qué batalla, con la segunda unidad en pista (Llull, Raúl, Mumbrú, Felipe, Vázquez en pista) España se despereza, empieza a creerse superior, a ser la campeona del Mundo en funciones, a ejercer los galones. Navarro, Ricky y Rudy entran en cancha para rematar el trabajo bien hecho de los menos habituales (58-57, a seis minutos). Un triple y dos tiros libres de Rudy ponen a España seis arriba, a cuatro minutos. Grecia no anota fluido, dos robos de España con canasta de Navarro y Llull ponen diez arriba a los nuestros s dos minutos. El cielo se abría de manera definitiva.
Algunos intentos griegos, sin éxito. España gana 80-72, un partido tosco, áspero, de octavos de final de un Mundial. Con la alegría de un buen Mumbrú, de un decente Felipe, de un gran Fran Vázquez. Ayudaron lo suyo, sería injusto no decirlo, los titulares, ya quitados de presión. Esto sería un fracaso, ahora entramos en la línea de la decepción si fallamos ante Serbia, pero esta España ya no contempla pararse, no mira atrás ni recuerda qué pasó la primera semana. España mira de frente el tremendo partido de cuartos del miércoles, pero sobre todo ya atisba una posible semifinal con Turquía y ¿por qué no? la final.
Antes del partido español, Serbia y Croacia nos habían regalado un espectáculo hecho partido de baloncesto, con un tiro libre sobre la bocina anotado por Rasic. Victoria de la subcampeona de Europa y reedición de la final europea de 2009 en Polonia. España no tiene miedo. Hoy ha batido a Grecia, rival en la final del Mundial 2006. Que pase el siguiente.

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