El esperado estreno de los Heat

Se paran todas las rotativas en EEUU. Todos estarán atentos a la primera semana de competición en la NBA. Y todo porque un tipo llamado Lebron James está predestinado a hacer historia este año. Es simplemente la puesta en escena de lo que muchos han denominado el “mejor equipo nunca visto”. Son los Heat de Miami, grandes favoritos para ganar el anillo esta temporada.
Los dos fichajes que Pat Riley ha conseguido llevarse a South Beach es un par de jugadores que dan el plus de campeón a todo equipo donde fueran. Lebron es único hasta este momento. El mejor jugador de la NBA y, casi sin dudarlo, un tipo que puede hacer campeona a la franquicia donde vaya. Junto a él, Chris Bosh, ex compañero de Calderón en Toronto pero que ha decidido seguir a James en esta aventura. Cuentan incluso que fue el primero quien llamó por teléfono al segundo para que juntos emprendiesen esta huida hacia delante.
Porque ninguno de los dos acababa de estar cómodo en sus equipos. James había hecho temporadas individuales tremendas, pero Cleveland sólo había aparecido en la final NBA en verano de 2007. Bosh era muy importante en Toronto, pero nunca pasaron una eliminatoria de Play off y algunos años la experiencia había sido terrible en el conjunto canadiense.
Ahora los dos llegan a Miami y se unen al que ya estaba, otro superjugador llamado Dwayne Wade, campeón en 2006 con los de Florida. Juntos, los tres, van a tener que conseguir el anillo de campeón, porque si no, será un fracaso. Esta semana Paco Torres, director de la revista Gigantes, hace un análisis sublime y es cierto lo que dice. O hay título, o hay fracaso, porque no hay medias tintas en Miami Heat esta temporada.
Ya escribí antes de verano que hay que ver a este equipo y es cierto que son un superequipo, pero cuidado. Ya intentó Lakers en 2004 hacer algo parecido y el experimento no resultó con Payton, Bryant, O’Neal y Malone. De hecho en aquella final ante los Pistons el equipo de Los Angeles era muy favorito y en la siguiente campaña, también, pero cayeron en la final de Conferencia ante los Spurs.
Con esto quiero decir que nombres no es igual a buenos resultados, aunque es verdad que parece improbable que los Heat no hagan buena campaña. Ahora, el título está caro y la presión para Eric Spoelstra, su técnico, es mucha.