viernes, 16 de septiembre de 2011

Navarro, salvador de la patria

El escolta realiza un partido sublime con 35 puntos y guía a España a la final del Eurobasket / Macedonia vendió cara su derrota

ESPAÑA 92 - 80 MACEDONIA

Será la tercera final de Eurobasket consecutiva. Será la quinta en seis años. España, acostumbrada a ganar como las grandes de todos los tiempos, como la URSS de los sesenta, setenta y ochenta, como la gran Yugoslavia de finales de los ochenta y principios de los noventa. Pero la selección llega a la final por tercera vez consecutiva si de Campeonatos de Europa hablamos, y eso no lo hacía nadie desde los soviéticos en 1977, 1979 y 1981. Hasta en eso se equipara la selección española a los grandes.
Tampoco fue sencillo como no lo fue, en parte, el partido ante Eslovenia. Solo respiramos a final del tercer cuarto y en la práctica totalidad del último. Y respiramos gracias a que tenemos doce jugadores superclase pero dos o tres que forman parte de la élite europea. Un combinado con los hermanos Gasol y Navarro en plena forma es más que un combinado. Es una mezcla explosiva de calidad y acierto. Es sublime y España, por suerte, lo tiene.
Ayer Navarro hizo 35 puntos, sólo cuatro de tiros libres. Estuvo metido en el partido, nos sacó del apuro cuando Macedonia estaba en plan rebelde (44-45 al descanso, 58-58 a mediados del tercer episodio). Fue el Navarro bestial, decisivo, el que siempre aparece y el que, si aparece en la final en este plan, nos llevará sin duda a otro cetro europeo, el segundo en la historia.
Ya hemos asimilado con el paso del Eurobasket que sufrimos en determinados momentos pero siempre se resuelve igual. España sólo tropezó el día de Turquía y porque, por decirlo finamente, entraba en el guión. Cuando había que estar, España está. Siempre que se la ha necesitado y siempre han estado los jugadores, identificados por completo con este grupo de trabajo.
Y se sufrió en el segundo cuarto, de claro dominio rival. Macedonia anotó 27 puntos en ese parcial y remontó una desventaja de ocho. Ahí se vio España contra la espada y la pared. Quedaban 20 minutos de ilusión pero no te podías cargar con un tropiezo inesperado toda la ilusión generada. La selección despega a mediados del tercer cuarto. Pero cuando despega, es imparable.
Nos ayudó el estado de gracia de Navarro (12 puntos casi consecutivos, incluidos dos triples). Ayudó la zona, ayudó la defensa, más seria que al principio. Se paró a McCalebb, sus penetraciones. Y España se fue ganando por 9 (71 - 62). Respiro. Tocaba aguantar hasta el final.
Y aguantó el equipo de Scariolo sabiendo administrar las fuerzas. Con ventaja máxima de once, permitiendo a Macedonia colocarse a siete, pero controlando luego. Sin sustos. Sin sobresaltos. Así llegó España a su tercer final consecutiva en un Eurobasket, la quinta en seis años de gloria, sólo interrumpida por la caida en cuartos en el Mundial del año pasado.
En el momento de escribir esta crónica, Francia y Rusia están a punto de medirse en una semifinal muy interesente. A final de la noche lo sabremos y os referiremos a ello. Pero hasta entonces disfrutemos de esta generación, muy pronto irrepetible o, al menos, con dificultad para ser sustituida. Viene bien la generación posterior pero es que estos son tan buenos… En fin, la final el domingo y el oro a 40 minutos.

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