El milagro de Sito Alonso

Tuve ocasión de compartir con él una charla en la Copa del Rey de Madrid del año pasado. Allí, en el descanso de uno de los cuartos de final y aprovechando que estaba sentado al lado de mi puesto de comentarista, Sito Alonso me habló de lo que estaba disfrutando de esa Copa. De todos los logros tácticos que estaba viendo, de lo que estaba aprendiendo con sus colegas y por su obsesión por la defensa.
El actual entrenador del Lagun Aro San Sebastián es un auténtico obseso del trabajo defensivo. En esa charla me explicó todos los clinics en los que iba a participar en aquel año y todos se iban a basar en la defensa. Para Sito Alonso defender bien es ganar o medio ganar un partido. Tiene parte de razón porque el baloncesto ha evolucionado en estos años hacia esa teoría de la que el madrileño (parece que no, por toda su carrera, pero Sito es de la capital) es uno de los impulsores.
Ya en el Joventut me gustó el trabajo que realizó y a partir de esa charla, siempre pasa, me cayó muy bien personalmente. Me contó entonces que no aceptaría cualquier cosa para volver a entrenar y que valoraría siempre ACB aunque sin descartar cualquier proyecto serio de liga LEB. A partir de entonces empecé a desear que encontrara equipo bien pronto, sólo por esa charla en la que me había demostrado ser un auténtico señor. Incluso se propuso para ejercer de comentarista para Es Radio en la final que días después se iba a celebrar.
La noticia de su fichaje por el Lagun Aro en el mes de julio me llenó de alegría. Iba a poder demostrar en las canchas lo que transmite de manera espléndida en los micrófonos. En el equipo donostiarra no lo tuvo fácil. Tras perder los primeros cinco partidos, tres de ellos en la prórroga, llegó un respiro pero en el partido 10, el Lagun Aro llevaba 2-8. Una racha de buenos partidos con muy decentes números en ataque y defensa, llevaron al club a sólo perder uno de los siguientes siete y clasificarse para la Copa del Rey en una última jornada del corte en la que una carambola le llevó a Barcelona, donde esta semana luchará entre los mejores.
No es el favorito, incluso puede ser que el primer día, ante Caja Laboral, se despida del torneo, pero en San Sebastián no pueden negar el trabajo a este metódico del baloncesto que se está haciendo un hueco, merecido, entre los entrenadores nacionales. Merece la suerte, y la tendrá. De hecho que nadie dude que este partido lo habrá preparado como nadie.