jueves, 12 de septiembre de 2013

España se atasca y cae en las redes griegas

La selección se olvida de defender en momentos clave y pierde un partido que complica el futuro / Las tres faltas de Marc Gasol en el primer cuarto condicionan al pivot español que, aun así, anotó 17 puntos / Las 17 pérdidas, clave

A minuto y diez segundos del final del primer cuarto Marc Gasol cometía su tercera falta personal. Una malísima noticia entre muchas buenas. España dominaba por doce (26-14) y todo funcionaba de fábula, menos tener cargado al mejor pívot de la pasada temporada en la NBA. Gasol no jugó nada en el segundo cuarto y España lo notó.
            También era improbable mantener el ritmo del primero de los cuartos. Buen acierto en ataque, buena defensa, buenos tiros, claridad de ideas, todo lo contrario que en el segundo y el último cuarto. Porque España volvió a defender de fábula dos tiempos, pero se olvido de hacerlo en otros dos, y además perdió 17 balones. Una animalada. De ahí la derrota.
            No vale ante Grecia estar atentos durante partes del partido, que parecen un todo puesto que la perfección está rondando en esos momentos. Pero no hay que confiarse. Si hay selección guerrera en Europa y en el mundo, esa es la helena que no da nunca por perdido el partido. Ni con el 26-16 del primer cuarto, ni con el 57-50 tras triple de Gasol a un minuto del final del tercero, ni con el 60-52 tras triple de Rudy al comienzo del último acto. Ni con esas. Porque Grecia pega, defiende, es correosa. Y cuenta a veces, y no es excusa, es un dato, con el favor arbitral. Pegando más, lanzó en el partido 38 tiros libres, veinte más que España. 
            España se ha complicado la vida de manera sublime en este campeonato. Todavía, evidentemente, no es definitivo. De hecho todo apunta a que no lo será, quizá hasta los últimos minutos del partido del lunes ante Italia. Antes debemos darnos un respiro ante Finlandia, el sábado. De lo del encuentro ante Italia, dramático si todo sigue igual, ya tocara hablar. También es verdad que a lo mejor, algunos resultados ayudan a que nuestro camino sea más fácil. A esas alturas y escribiendo estas líneas Eslovenia e Italia están a punto de jugar un partido tenso. Si los transalpinos son los que ganan y derrotan a la selección local y a 12.000 enfervorizados seguidores, entonces el camino de los de Orenga se oscurecerá bastante. Si los locales imponen un poco los pronósticos, todo seguirá prácticamente igual.
            Mientras eso ocurre nos ha ido siempre bien mirar a lo nuestro y analizar las derrotas. También hubo dos de camino a los cuartos del Eurobasket 2009 y se ganó el oro. En aquel, incluso un segundo día muy tonto ante Gran Bretaña, estuvo a punto de mandarnos a casa al tercer día en Polonia. Luego hubo un traspié ante Turquía y el oro fue nuestro tras unos esplendorosos cuartos, semis y final. Pero es verdad que hay que mirarse el ombligo y recapacitar.
El primero Orenga, no muy fino en algunas decisiones en el día de hoy. Pocos minutos para Aguilar, un hombre versátil que puede ayudar en defensa y apertura de tiro más que Xavi Rey, muy lento y descorazonador ayer. No hay minutos para Germán Gabriel, para pelearse dentro con Bouroussis y Movrokefalidis, en tiempos de ausencia de Marc. No lo supo ver el técnico.
            Más otras decisiones ya cuestión absoluta de gusto. Ricky no está, Llull (es verdad que con golpe del otro día en la costilla) aparece mucho y bien en el primer cuarto y nada en el segundo. San Emeterio no tiene un papel protagonista cuando nos hacía falta anotar más. No hay sistemas de ataque fluidos cuando Marc no está y cuando está hay veces que no se le busca y cuando se le busca nadie le acompaña dentro, abriéndose en exceso todos buscando un tiro exterior. Por ejemplo y para ser explicativo al máximo. A Gasol le tienen que acompañar siempre Gabriel o Xavi Rey y, por supuesto Claver y Aguilar, pero nunca Mumbru que en España no juega de cuatro y tampoco de tres, con lo que es un híbrido entre buen jugador y jugador normal, insuficiente para aportar en este bloque  
            Pero son cosas opinables, evidentemente. Lo que no es opinable es que con Marc en el campo España ve la luz; sin él, la atisba menos, se acerca más a la oscuridad. Lo que no es opinable es la falta de defensa en el segundo y último cuarto cuando Grecia nos anota 52 puntos entre esos periodos. El último había empezado de maravilla con un triplazo de Rudy que dio el 60-52 en el marcador. Le costó a España cinco minutos anotar de nuevo. Para entonces Bouroussis era más que Marc en la pintura, Printezis hacía daño y Papanikolau defendía a morir. Y Spanoulis, que había salido del banco para ganar el partido. Con puntos, diez en el último periodo, y con ritmo de juego, lento pero suficiente. Pesado para el rival pero cerebral, como corresponde a uno de los mejores jugadores del continente.

             Con estas premisas y estos avisos España debería ser consciente de lo que viene. Finlandia el sábado, Italia el lunes, definitivo. Como los partidos de hace años. Antes del cruce de cuartos, había que sufrir. No estábamos acostumbrados a ello y en este Eurobasket nos lo han recordado de golpe. El oro es posible, de hecho, está a la misma distancia que ayer. Pero las sensaciones son una montaña rusa. Imposible decir que España es favorita clara, imposible pronosticar que ganará seguro un partido. Pero Imposible es decir también que no lo es y que, quizá gane todos los que quedan. En esas estamos. 

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