viernes, 6 de septiembre de 2013

Sin defensa no hay paraíso

España encaja 53 puntos en la segunda parte, punto básico para su primera derrota en el campeonato / La buena actuación de Marc Gasol fue insuficiente / Mañana, la débil República Checa

         

   Hay días en que es mejor no ir a la cancha, no haberte despertado. Es mejor no haber ganado el primer partido porque en el segundo te relajas, no pones el empeño necesario, estás pensando continuamente que una derrota en un Eurobasket tan largo, tampoco sería preocupante. Vas haciendo las cosas según salen, casi sistemáticamente y te das cuenta, demasiado tarde que no se han cerrado lo debido algunos aspectos que al final han sido básicos en tu derrota.
            Algo así le debió pasar a España anoche. Eslovenia fue creyendo en sus posibilidades alimentada por las 5.000 personas que abarrotaban el pabellón de Celije y crecida la selección de Maljkovic por la apatía de España y por la defensa de papel de los de Orenga en la segunda parte. 53 puntos encajados. Una brutalidad, propia de la peor selección del campeonato.
            Es verdad que la derrota no es decisiva, ni siquiera muy importante. Ahora, es para reflexionar. Se tiene que hacer un ejercicio de autocrítica por algunas cosas que no dejaron de ser sorprendentes. La derrota, eso sí, avisa a España, y eso ya lo sabíamos, de que esto no va a ser fácil. Tanto que ahora mismo las opciones, aunque sean emocionales, de ganar el oro, han bajado hasta límites exagerados. Esperemos recuperarlas cuanto antes.
            Esta derrota lleva a España a tener que conformarse con una victoria sólo en la segunda fase si todo va por el camino correcto que visto el nivel de las tres rivales próximas, invita al optimismo. Es verdad que Georgia ha estado a la altura en estos dos partidos pero España es mejor, y Polonia y Chequia están a años luz de los nuestros. Los de Orenga ya no pasarán en ningún caso con dos victorias porque Eslovenia será primera a no ser de cataclismo.
            En el partido de ayer casi todo se hizo bien en el primer tiempo. Muy buena defensa en el primer cuarto y aceptable en el segundo. 25-33 al descanso. Sensaciones buenas. Gran Marc y buena dirección de Calderón y Sergio Rodríguez. Empieza a dar la sensación, y no soy el único, de que esta selección juega mejor con estos dos bases en cancha. Con Ricky y Rudy todavía no se han visto grandes cosas y soy pesimista en ese aspecto.
            La segunda parte fue otro cantar. Importantes aspectos a señalar. Con 34-42 tras canasta de Gasol, España recibe con seis segundos de posesión eslovena un triple frontal. No puede ser. Una defensa concentrada en esa jugada con cinco minutos por jugar del tercer cuarto, hubiera sido muy importante para alejar un tanto a Eslovenia. Orenga estaba obsesionado en que los locales no entraran por delante al último y decisivo acto. No lo consiguió.
            Tras un intercambio de canastas más o menos contínuo España llega a los dos últimos minutos de cuarto con 41-47. Momento en el que Orenga quita a Marc Gasol, lógico puesto que tiene que descansar, pero terrible para los intereses patrios. Parcial de 9-2 con Xavi Rey en cancha, defensa lamentable, fallos impropios de un nivel FIBA. Eslovenia por delante para la batalla final. Mortal. 52 – 51.
            En esa guerra un anfitrión se mueve como pez en el agua. La euforia desmedida, el griterío popular y la presión hacen que España vea peligrar el partido y eso a Boza Maljkovic le encanta. Cuando ve sufrir al rival, es feliz. Le hace tener miedo, grande, intenso, suficiente para que los jugadores españoles se agarroten, justo en los tres últimos minutos de partido, tiempo en el que la selección sólo anota un tiro libre.
            El fallo de Marc en esa distancia, el triple loco de Claver para intentar acercar a España. La muerte definitiva con dos canastas que, además y aunque parezca tontería, alejan a los nuestros en un hipotético average cuando puede hacer falta. No era el día y Eslovenia lo aprovechó.
            Ayer desaparecidos en combate Rudy y San Emeterio, que jugó poquísimo. En algunos momentos de negación en el exterior, es posible que el del Baskonia sea necesario. Pero son sólo cosas que mejorar, que insinuar para una posible mejora. Orenga es el que tiene que decidir, que ya es bastante en momentos de tensión.

            La selección juega mañana ante la rival más débil del grupo, la República Checa, que sin embargo ganó ayer a Polonia. Son tres días seguidos para disfrutar porque España ganará sin despeinarse teniendo en cuenta la tremenda diferencia de plantillas. Otra cosa será a partir del jueves ante los rivales del otro grupo que, sea dicho de paso, pueden ser más factibles que lo que cabía esperar. Esto es muy largo. Como decía ayer el selecionador. “Ni el miércoles éramos tan buenos, ni ayer tan malos”

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