Pues va a resultar dramático a este paso el calendario de fin de año para el Madrid. Lo que parecían, hace una semana, cuatro choques importantes y difíciles, se convierten ahora en decisivos y vitales para medir si lo de este Madrid es una pequeña crisis en forma de accidente o es algo más. Perder ante Xacobeo es algo más y ante Prokom, también, pero maticemos.
¿Y si el equipo de Messina está algo desgastado físicamente? Ya sé que es demasiado pronto porque es diciembre y si lo estuvieran ahora, qué sería del grupo blanco en marzo o abril. Me apuntó un buen amigo esta teoría ayer por la noche y, lejos de descartarla, estuve dándole vueltas. Tras mucho pensar y respetando al interlocutor he de decir que, sin descartarla del todo, me parece que no es lo único que pasa.
Sigo abogando por denominar accidentes estas dos derrotas del equipo de Messina. En Polonia, ya lo dijimos, 21 balones perdidos; ayer, 15. Es cierto que no hay que perder balones si se quiere ganar un partido, pero me parece que se trata de falta de concentración en momentos clave, que dieron al traste con ambos partidos, pero no es algo que no se pueda corregir. Ahora sí, ha de ser pronto.
Porque llegan de forma consecutiva Panatinaikos, Caja Laboral, Barça y Estudiantes, siendo este último el choque menos peliagudo, pero que también lo es al tratarse de un derbi de la máxima rivalidad. Todo se vuelve en contra de un Madrid que tenía, o eso parecía, todo controlado. Dos derrotas consecutivas, primera en ACB, sensaciones extrañas, todo al traste en una semana, al menos en los resultados momentáneos, pero repito, no es un drama.
Muchas teorías he leido hoy y me quedo con una que dice, sencillamente, que ayer el Madrid fue peor que Xacobeo. No quiero parafrasear al gran Bobby Knight, que tras acabar un partido con la Universidad de Indiana y perder de paliza estuvo tres horas con su ayudante viendo el video del encuentro, para sacar una terrible pero muy coherente conclusión. "han sido mejores que nosotros". Lo único que digo es que partidos como este va a haber bastantes a lo largo de la Liga. El Barça es mejor que Canarias y perdió allí. Simplemente la ACB es una Liga igualada que, a un partido, cualquiera puede ganarte.
Hablando del Barça, ayer volvió a dejar a su rival, no ya ni en setenta ni en sesenta puntos, sino en cincuenta. 83-50 que hace que los de Pascual sean líderes y con 750 puntos encajados en 12 partidos, es decir 62.5 puntos de media en contra. Brutal. No es que pudiera hacer mucho el Valladolid en el Palau, pero merece la pena mencionar la extraordinaria actividad defensiva del equipo de Pascual. Le ha dado el bueno de Xavi una dosis extra a este equipo y ha estado maquinando estos dos años que lleva en el club, una táctica mejorada cada jornada. Un trabajo preciso que ha dado como resultado que el Barça sea una máquina bien engrasada y casi sin lagunas.
Me quiero referir también a ese Caja Laboral que no está tan descartado como parecía en un principio. Viene desde atrás y sin hacer ruido porque este año han preferido no salir de favoritos en ninguna competición, pero ganaron bien en Tel Aviv el jueves y lo hicieron también, viaje de por medio, en Badalona, el sábado. Está aportando cosas grandes San Emeterio y todos nos alegramos por recuperar a ese alero invisible casi el año pasado. Este año, sí, Fernando, puede hacer de las suyas.
Siguen luchando equipos sin casi presupuesto por estar en la Copa y pueden lograrlo. Cajasol, Manresa, Estudiantes y Lagún Aro GBC están rozando el sueño de meterse en la competición de febrero, casi sin pensarlo a principio de año. También reacciona Unicaja que está ya a un pasito de conseguirlo. Nunca debieron dar por muerto al equipo de Aito.
PD1: Parece que el cese es cantado. Además en esta jornada su actitud dejó bastante que desear y perjudicó gravemente a su equipo.
PD2: Fuenlabrada ganó en Canarias. Lo hizo de siete, pero llegó a ganar de 29 y en el primer cuarto dominaba 10-30. Luis Guil, en su casa, debió pensar que sí, que le habían hecho la cama esos jugadores que apenas, unos días antes eran sus jugadores. Qué pena.
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