Vaya por delante que lo que vimos ayer en Vistalegre fue lo más parecido a un ciclón en forma de equipo de basket. El Barça ganó de 22 y bajó el pistón al final pero la derrota ha de doler en el seno madridista. Como ya me consta que duele. Messina, en rueda de prensa, dijo no haber observado ninguna reacción y, lo que es peor, para el técnico siciliano, no hubo ni intento.
He empezado con lo de ciclón porque me quiero poner en las dos partes. Los muy culés dirán que fue un auténtico destrozo, no les falta razón y hay que reconocerlo, pero hay que decir, como aseveran la mayoría de merengues hoy, que había bajas y de mucho peso en el Madrid. Hansen, Van Der Spiegel, pero sobre todo Llull y Reyes. No hay nada que hacer si no juegas con dos de tus pivots y con un base que libera de obligaciones a Prigioni y a Bullock y que, además, es un auténtico lujo.
Puestos a que todos estén contentos diremos que fue un repaso con incógnitas, las que nos dejan las bajas del Madrid. Yo apunto desde aquí que, humíldemente, creo que no le hubiera dado tampoco al Madrid para ganar porque el Barça tiene mejor plantilla, pero que el partido hubiera estado competido, seguro. Y que incluso, lo pudiera haber ganado el Madrid, pero que el Barça tiene más para ganar, está más claro que el agua.
Sólo hay que ver el juego interior azulgrana compuesto por Ndong, Lorbek, Morris, Mickeal, Vázquez y, en ínfima medida, Trías, pero que cuando juega siempre cumple. El Madrid no pisó la zona durante casi quince minutos de toda la segunda parte, obligándose a tirar de tres o de media distancia. Sólo con un par de rotaciones interiores, Pascual tenía las de ganar ayer.
Da la sensación, por pura lógica, que siempre serán más útiles cinco hombres que tres. Sólo por número el día que estén Van Der Spiegel, Reyes y Lavrinovic a tono (Garbajosa y Velikovic no son interiores puros) el Madrid siempre tendrá desventaja en la zona. El resto de la plantilla se compensa algo más, pero ayer también faltaba Llull.
La reflexión última nos lleva a preguntarnos qué pasó con Prigioni en el partido de ayer, quizá el peor de profesional que yo, al menos, le haya visto. Un tiro a canasta, una asistencia y un rebote. Desaparecido siempre, hasta el punto en que Vidal actuó de base en varios momentos del partido. Messina tiene que tomar nota porque a este Madrid que nos maravilló en Atenas hace diez días, le pasa algo las últimas tres citas de ACB. El derbi con Estudiantes llega más igualado que nunca, algo que sería poco probable vaticinar a comienzos de año. Hoy he estado presente en un acto en el que se ha presentado el nuevo sponsor estudiantil (Asefa seguros) y he podido comprobar que le tienen ganas al eterno rival y que hay esperanzas serias en ganarle.
Me refiero al Madrid - Barça porque ha sido el clásico tan esperado los últimos tiempos. Hubo más cosas en la jornada que se resumen en que Caja Laboral ganó a Cajasol y alcanza a los blancos en la tabla, perdió Estudiantes pero se vio favorecido por las derrotas de Unicaja, Manresa y Fuenlabrada, y que Murcia saca la cabeza con Edu Torres. Ayer le ganó la partida a su amigo íntimo Pedro Martínez y Canarias salió derrotado de la cancha pimentonera. Mal año para los insulares.
PD1: Prometo hablar más de NBA en los próximos días. Eso sí, el otro día los Cavs le dieron una buena paliza a los Lakers en Los Angeles. Tomen nota.
PD2: El Barça, en el clásico, otra vez concediendo menos de 60 puntos. Es un escándalo como defiende este equipo, hasta el punto de no haber llegado a los 900 encajados en la temporada. Brutal.
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