La selección vence a Polonia tras un extraordinario último cuarto donde la defensa fue la clave / Grecia, rival en cuartos para pensar en lo más grande
ESPAÑA 80 - 66 POLONIA
Cruzó
España la línea que delimita en este Eurobasket el fracaso, de lo esperado.
Fracaso hubiera sido claudicar ante Alemania el otro día en ese final de
infarto. El base germano Schroeder nos dio una vida extra al fallar el tiro
libre cuando España se temía lo peor en este torneo. Fracaso hubiera sido
también perder ante Polonia en el partido de octavos, una selección a la que
dimos vida desde el bando español durante tres cuartos irregulares, pero a la
que España finiquitó con una extraordinaria defensa en el último periodo. Los
cuartos de final era lo mínimo, luchar por el preolímpico (siete puestos de
ocho) y situarse a las puertas de las semifinales. Era lo deseado para empezar
de cero, como empezaremos el martes ante una Grecia de aúpa, auténtico toro que
hay que lidiar.
Dijo Scariolo antes de empezar el
periodo decisivo que el partido lo iban a ganar desde la defensa. Eso es lo que
hizo el combinado nacional en un último cuarto intenso que combinó acierto
desde fuera, defensa, intensidad y velocidad. Polonia anotó la primera canasta
en juegó a 4.46 para el final. España mordía. Un triple de Chacho puso siete
arriba a la selección (62- 55), otro de Gasol, diez (66-56), finiquitó uno del
propio Pau a 3.57 (74 – 59).
Pero los tres primeros cuartos, sobre
todo el segundo y tercero, no habían sido cómodos. España consiguió ganar el
primero pero perdió los siguientes. Bajó un tanto en defensa en el tercer
cuarto, Titubeó un poco con el balón en
las manos en ese parcial. Polonia se lo creía, pero era más por demérito
español que por acierto contrario. Jugó Polonia con tres arriba para conseguir
una ventaja inquietante antes del acto final pero erró Slaughter un triple.
Anotó Mirotic canasta más adicional y España empató el partido. Ahí respiró
Scariolo.
Fue el día de la segunda unidad. Bien
San Emeterio, Pau Ribas, muy aseado Claver, quizá el mejor partido en el
campeonato. Fue el día de la baja de Rudy, duda para el martes aunque forzará y
fue el día de Pau Gasol, ya habitual. 30 puntos para el de Sant Boi, inmenso en
este Europeo, viendo en el horizonte los Juegos, los últimos de su vida, quizá
el último servicio a la selección del genial jugador.
Ahora Grecia en cuartos. Nada es
previsible. Ni los que dicen que es favorita clara la selección helena ni los
que nos dan a nosotros como ganadores. Son tres días larguísimos, que te harán pensar
en consecuencias de pasar y no pasar. Tres días para comerse la cabeza,
mentales, psicológicos. Si gana España la puerta se abrirá de par en par. Una
derrota cortaría un poco la ilusión y marcaría, quizá, el inicio de un cambio
de ciclo. Desde 1997 no se cae España en cuartos de final de un Eurobasket
(1997, en Badalona ante Rusia). Desde entonces tres semifinales (2001, 2005,
2013) y cinco finales (1999, 2003, 2007, 2009 y 2011) con dos títulos
conseguidos. Esta es la historia. Objetiva. Creer sólo es cuestión de cada uno.
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