miércoles, 9 de septiembre de 2015

La importancia de volver a ser nosotros mismos



Todos los internacionales reconocen que hay que abstraerse del terrible ambiente que hoy habrá en el Merceedes Benz Arena de Berlín / España, a cara o cruz en este campeonato ante Alemania tras la victoria ayer ante Islandia


Te recorre un sudor frío cuando piensas en el ambiente del Mercedes Benz Arena en el partido que Alemania y España van a disputar con el pase a octavos de final en juego. Esas cosas que tienen estos campeonatos. Ganar te puede llevar a la segunda plaza, lo normal es que te lleve a la tercera pero nunca te dejará fuera. Perder es quedarte con cara de tonto, irte para casa. El tobogán de sensaciones que experimentará España en la tarde de este jueves será colosal. De la esperanza a la ruina, de seguir vivos a morir antes de lo pensado, a fracasar en el intento.

         La victoria ante Islandia fue balsámica de nuevo tras la decepción ante Italia. Como con Turquía después de Serbia, pero más avanzado ya el campeonato y con ese regusto de que se sigue sin hacer algo bien. El partido ante los islandeses fue bueno en líneas generales, no excelente, no nos equivoquemos. La primera parte sirvió para volver a mostrarnos esa España timorata, esa que no queremos ver más. Esa que si, por un casual, aparece en esta final en Berlín ante los locales, servirá para seguramente despedir a los nuestros en este Eurobasket.

         Volvió España a mostrar esas dudas impensables hace un mes. Esas acciones que no terminan de ser comprensibles. Mala defensa, mal cierre del rebote, mala dirección. Chacho se metió en el partido sólo en la segunda parte como Llull, pero necesitamos más de ellos. Como necesitamos más de Rudy, exculpado en parte por la espalda, pero ávidos de su jerarquía y de su magia. Tampoco valen los minutos de Hernangomez, Aguilar, Claver y Vives, cuando el partido estaba ya decidido. Faltaría más que fueran malos minutos, claro que cumplieron pero la rotación sigue siendo de ocho jugadores y ante Alemania será así también.

         Por ejemplo probó Scariolo varias defensas que tendrá que alternar ante los germanos, en especial, con Nowitzki en cancha, es decir 35 de los 40 minutos de cada partido. La defensa individual alternando el dos contra uno. En zona cuando Alemania abuse del pase al poste bajo sobre el genial jugador de los Mavericks. Cambios constantes en esa partida de ajedrez que jugarán Scariolo y Flemming en esa ardua tarea de adivinar constantemente lo que hace o va a hacer tu rival.

         No nos ha salido mal la defensa en zona en este campeonato. Han alternado en muchas fases de los partidos pero me ha parecido que lográbamos bastantes buenas defensas con esa 2-3. Ante Italia, por ejemplo, salió a veces y otras no, pero las que no salió fue por no llegar en el último instante a puntear el tiro de Belinelli o Galinari. Con entrenamiento eso se corrige y se llega a conseguir. Es cuestión de práctica. Ante Alemania podría ser una muy buena idea esa defensa porque el base Schroeder no es un jugador paciente y se desespera en ataques lentos. Que metan pocos balones dentro a Pleiss, peligroso abajo. Lo que no tiene que hacer Alemania es correr y cuanto peor día pueda tener el genio, aunque esto es difícil, mejor. La defensa del pick and roll se antoja muy importante en el partido decisivo de esta tarde porque Pleiss bloquea muy bien y habrá que estar atentos a todos esos cortes.

         Todo esto son conjeturas que se pueden cumplir o hacerse trizas por algún elemento externo impredecible. Lo que sí que es seguro es que 12.000 gargantas cantarán a favor de Alemania como en aquel Eurobasket de 1993 en Munich y aquella canasta del malogrado Welp. No quiero ni recordar que esa acción acabó con la España de Lolo Sainz en casa y los germanos camino entonces de las semifinales.

         Para estas horas los cálculos nos dicen sin ningún tipo de duda que ser tercero será mejor que ser segundo. Si eres tercero de grupo, Israel en octavos y, posiblemente Lituania, si no es República Checa, en cuartos. No parece un camino insalvable y además no te cruzaría con Francia y Grecia hasta la final. Sin embargo ser segundos te mide a Finlandia en octavos, igual de asequible, pero te cruza con Grecia en los cuartos de final. Lo malo de todo es que los cálculos no se pueden hacer al situar la FIBA nuestro partido el segundo de la jornada. Hagan lo que hagan Italia y Serbia antes, tú tienes que ir a ganar tu partido y será imposible elegir la posición.

         Que pase lo que pase, lo mejor es que siga escribiendo a partir del sábado. Será señal de que seguimos. Que hemos aguantado el tirón. Con más sudor de lo previsto pero dispuestos a todo.

        

        


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