Hay veces que la baja de un jugador te deja K.O., o al menos indefenso ante ciertos ataques rivales que saben de tu endeblez cuando falta alguien en tu equipo. Y al Caja Laboral de Ivanovic le está pasando algo parecido con la ausencia de Tiago Splitter, un pivot tan bueno, como necesario en la Liga. Fundamental.
Y ha ganado partidos el equipo vitoriano sin él, pero con él hubiera sido más contundente y hubiera ganado los que ha perdido. No tengo duda de que el partido en el Madrid Arena ante Asefa Estudiantes hubiese sido otro con el brasileño en cancha y el de Cibona, que no hubiera llegado al tiempo extra, y el de Kimki en casa y la Copa, y tantos...
Pero Ivanovic se tiene que conformar con lo que tiene y prueba de ello es que nunca pone las bajas como excusa. El otro día Hermann jugó los 40 minutos, sin descanso, algo que parece raro pero oido de la boca de Ivanovic hasta te convence. ¿Como iba a dar descanso al único hombre que puede actuar en la posición de cuatro, para parar a un gran Carlos Suárez?
Pero aparte de la baja de Splitter, algo pasa en este equipo. Ya sé que es tercero en la general y que va a competir el segundo puesto con el Madrid y que en la Euroliga va a pelear, casi con igualdad de condiciones, con CSKA, por un puesto en París. Pero no hay un jugador referencia como puede ser Prigioni, Noccioni, Scola, Oberto, Bennett, Rakocevic. Aquellos sí que eran referencia de un equipo que ahora no las tiene. Y las que pretenden serlo están un día y desaparecen otro. Teletovic, de paseo en Madrid, el domingo; San Emeterio, errático; Pau Ribas, siete minutos jugados; Singletary, cero minutos jugados. ¿Qué pasa entonces? ¿Son rarezas de Ivanovic? Todo no puede ser casualidad y creo que hay algo detrás que huele a podrido en el equipo vitoriano. Sólo hay que escuchar a Ivanovic el domingo tras el partido . La verdad, escucharle decir que el equipo no tiene carácter ahora y que no va a ningún sitio, es para pensarlo. Al menos, para reflexionar
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