No se esperaba ninguna rajada, ni tampoco un discurso de disculpa. Ettore Messina se marcha como lo que es; un caballero. Otra cosa es que los motivos de su marcha, los reales, los haya ocultado en una rueda de prensa que ha destilado amabilidad pero no rencor.
El técnico se ha despedido esta mañana de los periodistas y, de paso, de los aficionados, en el Santiago Bernabeu. En la misma sala de prensa que el 17 de junio de 2009 fue presentado a lo grande. Claro, que el Madrid pensaba que Messina iba a durar más, por eso ficharon en ese momento al mejor entrenador del mundo.
Un técnico que se ha marchado "porque mi salida va a ayudar a conseguir una unión". No ha querido el italiano ahondar en temas personales con ningún jugador, de hecho ha afirmado que existía una gran relación con todos, pero queda en el ambiente que Messina se consideraba a sí mismo el problema en el vestuario, por su carácter o, como se rumorea y como es palpable, por la pésima relación con algún jugador.
Se marcha Messina en el mejor momento deportivo de este año y medio. El Madrid es segundo en Liga. No puede atajar al Barça y tampoco es viable que le cojan desde atrás. En la Copa del Rey no hubo título pero el equipo fue finalista acercándose por momentos al Barcelona. Y en la Euroliga están dispuestos a jugar unos play off ante Power Valencia que pueden llevar al club a una Final Four tras quince años. O sea que terrible no es la situación como para marcharse, pero Messina lo ha decidido así.
Ha comentado el italiano que llevaba diez días pensando esto. Un margen en el tiempo que nos lleva a antes del partido en Belgrado con buenísima actitud del Madrid, con el lastre del inicio del tercer cuarto. Luego derrota en Valladolid y ridículo ante el Montepaschi. Messina le dijo a los jugadores que estaba harto y que no podía más, en el vestuario el jueves tras el partido ante los italianos. Ayer se despidió de ellos y por la tarde él club hizo pública la renuncia del mister.
Se va Messina tras año y medio de ahogos más que de alegrías en el esquema blanco. No ha llegado a conectar con aficionados ni con muchos periodistas. Pensaba Ettore que Madrid era igual que Moscú y el CSKA, club al que no le sigue ni de lejos tanta prensa como al equipo blanco. Tampoco ha acabado de cuajar en la Liga ACB, quizá porque pensaba que ya lo había visto todo en el basket, sin contar que la liga española es la más fuerte de Europa.
Por lo menos hay que reconocerle al técnico lo coherente que ha sido con su pensamiento y reconocerle que ha sacrificado algo en esta marcha. Messina podía haberse quedado hasta junio e intentar disputar su décima Final Four (antes cuatro oon CSKA, cuatro con Bolonia y una con Benetton). Y eso lo ha tirado por la borda por marcharse justo antes de poder conseguirlo. Se podía haber quedado hasta junio par intentar discutirle al Barcelona la supremacía en ACB. O simplemente como se quedan muchos para ser despedido en junio y cobrar todo el contrato. Puede tener defectos, miles, pero Messina no es ese tipo de entrenador. Cuando está a disgusto no puede con la presión de no poder estar a la altura. Él tiene claro que siempre es mejor marcharse si algo no funciona y algo no funcionaba en las tripas de este Madrid.
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