miércoles, 23 de marzo de 2011

Un canto a la intensidad

El Madrid vence al Power, en un partido muy igualado, gracias al rebote y a un final magistral de Mirotic / Las bajas de Claver y Augustine, claves en los valencianos / Mañana segundo partido

PRMER PARTIDO. REAL MADRID 71 - 65 POWER VALENCIA.

Se armó de valor y quiso ser el protagonista. Cuando podía lanzar de dos para matar el partido y ratificar la victoria del Madrid, lo hizo de tres con el consiguiente riesgo y nerviosismo en la Caja Mágica, pero Nikola Mirotic acertó y puso el 69-65 en el marcador. Quedaban 19 segundos. Una estrella emergente, cada día más asentada, nace en un partido de Euroliga para enmarcar.

Luego Power Valencia ya no pudo hacer nada. El lanzamiento precipitado de Rafa Martínez es resultado de una angustia llevada hasta el extremo. Los levantinos pudieron ganar el encuentro pero se van con la derrota y con la sensación de que, aunque aún pueden ganar en Madrid (la serie sigue mañana, 20.45 h) les han dado un golpe muy importante..

No fue un partido grande de calidad, pero en basket se ven habitualmente estas demostraciones. Más defensa que ataque. Más tensión que acierto, pero un gran partido de baloncesto. Para los amantes de este deporte el de ayer en cancha madridista fue un canto a esos duelos tremendos de los ochenta y noventa donde el Madrid es favorito y donde la afición juega un papel muy importante. Este ambiente no lo hubo nunca en la Caja Mágica y se agradece.

Un partido de tirones donde el Madrid se fue pronto en el marcador (14-5, 19-12) pero el Power supo neutralizar (20-18 al final del primer cuarto, 33-32 al descanso). Más de lo mismo en un muy tenso tercer cuarto donde los de Pesic tuvieron la máxima en el marcador (45-49). La reacción del Madrid en esos minutos finales fue clave. 7-0 de parcial con un triple tremendo de Carlos Suárez. 52-49.

Y un último cuarto de ensueño, típico de Euroliga. Un cuarto donde se vieron las carencias del Madrid en ataque cuando el equipo rival aprieta un poco en defensa, los fallos de concentración de Power que le impidieron irse arriba en el marcador. Un cuarto donde se vio a dos jugadores proyectos de estrellas, grandes en breve. Tomic con más que pulir que Mirotic. El croata se esfuma de los partidos pero tiene clase de sobra para volver. 2 puntos, 2 rebotes al descanso; 10 puntos y 5 rebotes en el último cuarto. Ese es Ante Tomic, blando, frio, incógnita a la vez que fuerte, serio, intenso cuando quiere. Por otra parte el serbio nacionalizado español quiere ser grande en esto del baloncesto. 7 puntos consecutivos en el último periodo incluido el magistral triple del final. Ya es una solución clara cuando algo no funciona y empezó la tempoirada siendo el jugador doce, que se iba a marchar de nuevo cedido, tras un gran campeonato de Europa sub-20 con España.

Sin querer ser despectivo con Molin hay qe decir que se vio a un Real Madrid enchufado hacia la Final Four y donde los jugadores se han conjurado. Da la sensación, con esto, que el entrenador tendrá poco que decir a partir de ahora. Da la impresión de que son los jugadores los que mandan en la cancha y eso con Messina no pasaba. Estos doce tipos (también Sergio, baja toda la serie, pero que ayer empujaba como el que más) tienen en la cabeza llevar al equipo entre los cuatro mejores de Europa, algo que no pasa en la sección desde 1996. Y cuando a un deportista se le mete algo en la cabeza, no hay entrenador que le dé órdenes, que le diga cómo lo tiene que hacer. Lo hace y punto.

Mañana segundo partido de la serie y, si las estadísticas no engañan que lo hacen poco en esto del deporte, última oportunidad para Power porque irse 2-0 en contra a la Fonteta sería demasiado. Nadie remontó nunca ese resultado en Euroliga. Partiendo de la base que sólo tres equipos en 24 enfrentamientos ganaron con desventaja de campo. Al equipo de Pesic se le notan demasiado las bajas de Claver y Augustine. Ayer el Madrid cogió 16 rebotes más, muchos de ellos ofensivos. La baja de Sergio en los blancos es perfectamente cubierta por Prigioni y por Llull. Las bajas valencianas llenan de minutos a Rafa Martínez y quitan movilidad a todo el bloque. Son casi la sentencia para un Power que da la impresión de asfixia al final de los partidos. Algo muy duro en una serie de cinco partidos..

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