Le cuidan como la joya que realmente es. Todos en la Villa
Olímpica están pendientes de un tipo largilucho, tranquilo, que tiene en vilo a
nuestro baloncesto. Si Pau Gasol está bien, las opciones de España para
conseguir medalla en estos Juegos se disparan al infinito. Si el de Sant Boi no
está a su nivel, la selección sufrirá mucho. Son conceptos claros que no se
discuten. En la selección, sobre el parquet, manda un sólo tipo, el que nos
llevó al oro en el magnífico Eurobasket del pasado septiembre.
No lo esconde
ni el seleccionador, que en un alarde de sinceridad y sentido común dijo el
otro día la frase definitiva. “Pau es la llave, si él está lucharemos por la
medalla”. Más claro, el agua. Y no es nada extraño que Gasol mueva masas, se
pare constantemente a firmar autógrafos para aficionados y deportistas. Con 36
años viene a Rio a dejar una gran sensación. Dijo el otro día “No soy de
conformismos, ahora bien, tampoco hay que pecar de soberbia”.
En estas lides
se mueve el bloque español unas horas antes del debut ante la Croacia de
Alexandar Petrovic y de sus tres NBA, Saric
(Sixers), Bogdanovic (Nets) y Hezonja (Magic), que son el auténtico arma del
combinado balcánico ante la ausencia de Ante Tomic, ligeramente preocupante
para sus intereses. Viene de liarla en Turín donde se deshizo, hace un mes, de
la anfitriona Italia en el Preolímpico, para sacar un billete casi inesperado a
Rio. Una selección imprevisible hasta los extremos. Hay quien habla de opciones
de medalla y, a la vez, de batacazo histórico.
Hoy en el
Carioca Arena 1 (0.00 h, La 1), España medirá sus sensaciones tras una gira de
amistosos, como siempre, muy ligera y sin posibilidad de sacar ninguna conclusión.
Las rivales débiles (Angola, Costa de Marfil) apalizadas brutalmente por los
nuestros. La única rival seria, la Lituania enemigo el pasado año en la final
europea, nos ha vencido los dos partidos. Será rival en este grupo también, el
sábado.
Se planta
España, eso sí, con la seguridad que otorgan dos medallas de plata en las últimas
competiciones olímpicas. Sacará la selección el orgullo y el coraje que siempre
ha tenido en las últimas citas. Con Scariolo como técnico, medallista en cuatro
de las cinco competiciones, (sólo el Mundial de Turquía en 2010 no trajo nada
para el seleccionador) y un sistema de juego reconocible, donde el esfuerzo no
se negocia y donde la defensa es absolutamente vital.
Es verdad que
la lucha estará en la medalla de plata. Ya hemos visto a EEUU en su debut (119
- 62, ayer ante China) en una exhibición defensiva tremenda, de manual para
cursos de entrenadores. Es la conclusión clara que con esa intensidad nadie
puede hacerles frente en esta competición. Ni tampoco nadie puede igualarles en
físico, si acaso Francia, pero los de Collet se la pegaron ayer, víctimas de su
arrogancia y de una gran Australia en una de las primeras sorpresas del
campeonato.
Con el oro
como quimera, la lucha por las medallas estará vibrante. A esos lugares del
podio optan Lituania, España, Argentina, Brasil, sin Splitter pero en casa ante
sus Juegos, Serbia, Francia, Australia. Una barbaridad, un camino lleno de
espinas, un laberinto apasionante que se resolverá el domingo 21.
Por el momento
esta noche Croacia es la primera prueba de toque, luego vendrá Brasil (martes
9), Nigeria (jueves 11), Lituania (sábado 13) y Argentina (lunes 15). Un
bloque, el nuestro, con tiro exterior (Calderón, Llull, Rudy, Abrines, Navarro) con defensa (Ricky, Claver), con buenos
jugadores movibles (Claver, Mirotic claves en esta selección jugando de tres y
cuatro), pero con escasez de físico dentro de la zona (Pau, Felipe, Willy
Hernangomez) y eso se puede notar ante rivales fuertes. Aún así ya fueron ellos
los que se presentaron como pivots en el Eurobasket del año pasado y el
resultado ya saben cual fue. Quizá a eso haya que agarrarse. A eso y a nuestro
Dios Pau Gasol. No hay otra.
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