España pierde ante EEUU, desangrada en el rebote e indefensa ante el físico norteamericano / Australia, rival por el bronce y Serbia, de los yankees en la final
ESPAÑA 76 - 82 EEUU
De repente la ilusión, tan cercana como, rápidamente,
inalcanzable. Tan pronto cerca en el marcador como lejos, imposible hacer
frente a este equipo. Si además España concede infinitos rebotes (53 cogieron
los americanos, 40 nosotros) todo se entiende más fácil. Eso y que el físico es
mayor, que cuando aprietan, lo hacen de verdad. Tantas y tantas cosas que
diferencian el baloncesto FIBA del NBA.
Enseguida marcó territorio EEUU (14-7, 21-10, 30-20) pero
España se acercó a base de casta. Al borde del descanso entró un triple de Rudy
(38-35) y se tuvo sensación de control durante un tiempo. Efímero, es verdad,
pero la selección buscó correr y lo consiguió en un tramo de partido peligroso
para el rival. No duró mucho, pero el tiempo suficiente para disfrutar del
sueño. Luego el despertar fue brusco.
Entró la selección algo desconcentrada en el segundo tiempo,
mortal. Ahí EEUU no perdona. Lejos de su mejor partido y con 22 puntos menos, al
final, que la media del torneo, los norteamericanos impusieron su defensa,
intensa, agobiante, durísima para el rival. Klay Thompson anotó dos triples
mortales (69-58). En ese tercer cuarto la selección no dio muestras de
acercarse, con posesiones largas y nunca clarificadoras. Mirotic estaba mermado
por las faltas, Gasol seguía tirando como podía, Chacho y Rudy aportaban. La
selección daba un tironcito pero EEUU machacaba las ilusiones. El último acto
no invitaba a nada bueno. Ni siquiera aprovechaba la selección el partido
inesperadamente malo de Carmelo Anthony y Kevin Durant.
Sin embargo, al no tener ya nada que perder, España manejó
el tiempo y no se volvió loca. Con calma, con pasitos cortos, no le importó ir
a remolque. La máxima de ellos tras triple de Irving (73 – 59). Anotaron dos
contragolpes seguidos los españoles y con -10 en el marcador se vinieron
arriba. Falló EEUU, anotó Gasol, anotó un tiro libre Carmelo y anotó Mirotic. La
ventaja era de siete (76-69).
Y entonces, tras canasta de Durant, sobrevoló un triple de
Chacho a 2.46 para el final. Era estar o no estar. Ponerse nervioso o dejarlo.
El aro escupió la pelota que hubiera puesto a seis a España. Ahí se esfumó
todo. La selección luchará por el bronce mañana ante Australia, maltratada
vilmente por Serbia en una semifinal calamitosa que le impedirá a los aussies luchar por el oro. Así está la
competición. En la final, la todopoderosa EEUU, su rival, una Serbia que sólo
ganó a China y Venezuela en la primera fase, pero que ha ganado lo que tenía
que ganar, los cruces.
Me dijo ayer José Manuel Puertas en El Primer Palo, en Esradio
una frase que define bien el emparejamiento de ayer de la selección ante el
poderío yankee. No es la mejor EEUU de los últimos años, quizá es una de las de
menor nivel, pero España tampoco es la mejor. Ni Marc, ni Ibaka. Y si las dos
no tienen su potencial máximo, siempre se impondrá EEUU: Porque USA, sigue
siendo la mejor si el nivel de todos baja. Es así de simple.
Ahora a luchar por el bronce, impensable, hace dos décadas,
incluso a principios de los 2000. Es una medalla, que era el objetivo. El oro
era una quimera y se ha demostrado. Lo que sí es innegociable es el orgullo y
la pasión que le ponen estos chicos, comprometidos al máximo con la causa. Ayer
Calderón dijo que, si por él fuera, llegaba a Tokio. Gasol que iba a ir año
tras año y que en el Europeo 2017, si está bien, acudirá. Todo un ejemplo.
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