La selección pierde ante Croacia dejando escapar catorce puntos de renta y se complica todo su camino olímpico / Brasil, el martes, siguiente rival, en un encuentro clave
ESPAÑA 70 - 71 CROACIA
Restaban quince minutos y
España dominaba por catorce puntos. Nada hacía presagiar la nefasta noticia con
la que la selección comenzó esta andadura en los Juegos Olímpicos de Rio de
Janeiro. Fue un minuto y medio final lleno de descontrol. Hasta tres posesiones
regaló nuestra selección a los Croatas, que se pusieron por delante. Entonces,
con 16 segundos por jugar, Simon anotó dos libres que situaban cuatro arriba a
los balcánicos, Mirotic acertó con el triple, Saric no sentenció a la selección,
que todavía disfrutó de la última jugada, con tapón sobre Gasol que certificaba
la peor de las noticias. Esto se complica desde el inicio, como en el
Eurobasket del año pasado, pero esto es algo más grave. El torneo es más corto
y en el horizonte el posible cruce con EEUU, quizá antes de los previsto.
La cita era
crucial, como siempre lo es un debut. Comenzó algo fria la selección. Tras el
0-4 rival con tres triples fallados por los nuestros, llegó un descomunal
parcial de 13-0 para los de Scariolo, primera señal de que estábamos en el partido.
Nada hacía atisbar que hora y media después los nuestros se iban a ir con la
cabeza baja al vestuario.
Fue un inicio impoluto en el que la selección apenas hizo
nada mal. Llegó a manejar doce puntos (20-8) con diez de los doce jugadores ya en
cancha en el primer cuarto, auténtica obsesión de Scariolo antes de empezar, dar
a todos los jugadores un rol importante. Se relajó la selección en el comienzo
del segundo acto, tiempo de presión alta de Croacia, de precipitación española.
Tiempo para que España no encontrara hasta el minuto 4 la primera canasta del
cuarto (23-17) cuando los balcánicos se habían acercado en el marcador.
Fue momento de volver a ponerse la pilas, de defender
intenso. Tres triples de España (Felipe, Gasol, Chacho) volvieron a poner una
renta que superaba los diez (36-24). Otra vez con los interiores, con el
continuo pase dentro – fuera que ha dado a este bloque su identidad. España
tiraba cómodo, pero no se iba en el marcador. Algo de desacierto en dos tiros fáciles
evitaron una ventaja clara. Al contrario, dos triples croatas (Bogdanovic,
Hezonja) nos incomodaban. 38-32.
Era momento de no dudar, de no dejar nada para la
esperanza rival. Eso es lo más difícil en deporte siempre. Tras unas dudas
pueden venir momentos de riesgo. España se empleó a fondo en defensa dejando a
Croacia en 4 puntos en los primeros ocho minutos de la reanudación. Otra vez
una zona puesta a tiempo. Sin estar brillante en ataque a los de Scariolo les
valía para mantenerse cómodos, llegando a la máxima del partido (50-36). Sólo
quedaba un empujoncito, la orilla se atisbaba ya muy cerca.
Pero como todo partido en una competición internacional,
más en unos Juegos Olímpicos, nada es fácil. Sorteando los arreones rivales,
incluido parcial en contra 0-9 (Croacia se llegó a poner a cuatro en el tercer
cuarto, 51-47), España fue dando pasitos cortos, nunca en falso para no perder
el control. Mirotic anotó un triple mágico al borde del último acto cuando todo
pintaba espeso.
Optó la
selección por aceptar que el sufrimiento se instalaba en el Carioca Arena. Entró
entonces el partido en un descontrol, imposible de prever apenas unos minutos
antes. Se atascó España, mostrando sus carencias, innumerables en el tramo
final (mala defensa, precipitación, atasco en ataque). Navarro y Rudy no
estaban finos fuera y Pau era defendido de manera certera. Ukic anotó un triple
que borró de un plumazo todo lo que había pasado en 34 minutos. Croacia a un
punto. Babic anotó en transición, Croacia por delante. Todo reseteado de
repente, como la peor pesadilla.
Como si de una moneda al aire se tratara entró el choque
en ese momento en el que no valen las tácticas, valen los valientes. Pau Gasol
y Bogdanovic lo son y los dos aceptaron el duelo final como uno en el lejano
Oeste. Dos triples del español, siete puntos seguidos del croata. 65-64 a 3.45,
67-64 a 3-04, 67 – 65 a 2.32, puntos a cuentagotas. Voló un triple de Chacho
para asestar un golpe definitivo, pero erró el canario. Igual que lanzó
Bogdanovic uno para poner a Croacia por delante con el mismo resultado. Falló
España hasta cuatro posesiones y permitió a Croacia ponerse por delante a un
minuto del final. Entonces vimos delante, ese monstruo que aparece de vez en
cuando en estas competiciones, los nervios de que el camino se tuerza desde el
comienzo.
Eso le pasó a España. Muy paradójica la imagen del mejor,
Gasol, desconsolado, por ese último tapón recibido. El martes Brasil, derrotada
hoy ante Lituania, lo que tiñe el partido de un dramatismo inigualable. Será
entonces cuando todo se enderece para los nuestros o todo se derrumbe de un
plumazo. Poco tiempo habría para rectificar si pensamos que Lituania y
Argentina estarían todavía en el camino. Habrá que rehacerse. Justo hace once
meses lo hicimos tras dos derrotas en tres días ante Serbia e Italia en el
Eurobasket. Esto es más serio. Son los Juegos y nadie bromea.
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