El 12 de diciembre de 2004 en el Toyota Center de Houston sucedió algo inimaginable. Los Rockets perdían de diez puntos ante San Antonio con un minuto por jugar. Desde ese momento una sucesión de triples de McGrady hicieron volar y levitar a todos los aficionados, disfrutando de una remontada épica.
Fueron 13 puntos consecutivos de su estrella para dar paso a un partido inolvidable con final inolvidable.
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