viernes, 7 de mayo de 2010

El Barça sale vivo de una trampa

El equipo español vence al CSKA, a pesar de un nefasto día en el tiro / Jugará el domingo su séptima final de Copa de Europa

En un partido de nervios, jugado a mil revoluciones, con porcentajes malos, con pérdidas, en definitiva en uno de esos encuentros trabados, el Barça también sabe ganar. No sólo gana apabullando o al límite del tiempo como en alguna ocasión este año. Sabe ganar jugando mal, con sus estrellas metidas en una maraña de brazos rusos (Ricky y Navarro, 10 puntos, Mickeal, 8), con el máximo anotador pasando de 10 puntos en la última jugada cuando Vázquez anotó su punto 11. Este partido embarullado lo ganó el equipo español, el mejor en la pista y se mete en la final de la competición, que no pisaba desde 2003 tras dos semis nefastas.
Fue un partido que empezó mal. Entró el Barça nervioso en el choque con 2-9 de inicio que hacía presagiar dificultades. En otras ocasiones ya hubiera sido bastante para que el bloque culé se hundiera en una depresión, muy propia en esta competición. Pero no. Este año toca ganar y demostrar quién es la mejor plantilla en Europa. No vale desparramarse en el parqué y dimitir. Y no lo hizo el grupo de Pascual, que empezó a torpedear el aro a base de constancia, cayendo las canastas, eso sí, con una cadencia pesadísima. 12-11 al término del primer cuarto y 29-21 al descanso. Defendió mejor que atacó el Barça en ese primer tiempo y el CSKA no se encontraba cómodo.
Había diseñado Pashuttin, el técnico ruso, una defensa sobre Navarro que sólo permitió al azulgrana hacer 3 puntos en el primer tiempo. Objetivo a medias cumplido. Uno de los jugadores referente estaba muy controlado pero no era suficiente. Entonces salió Lakovic y descongestionó el ataque con algún que otro triple y se encontró a gusto Ndong en un muy buen cuarto del senegalés.
En la reanudación el Barça se limitó a aguantar. El CSKA vio perdido el partido a cinco del final del tercer cuarto, diez abajo y con Kryapa con cuatro faltas. Pero el campeón del Este sacó las garras, apretó lo indecible atrás y acortó hasta el 47-41. Había partido para el periodo final. El Barça acertaba desde el tiro libre, su tabla de salvación (13/14), pero no encontraba el aro desde fuera. Acabó el partido con 6/24 y la zona del CSKA en los últimos diez minutos le puso en peligro.
El partido se ponía peliagudo con dos acciones consecutivas de Siskauskas, una de ellas un dos más uno que empujaba a los rusos a cinco del Barça. Tras pérdida blaugrana, Ponkrasov ponía a tres al rival. Susto. Toda la historia, de repente, encima de los de Pascual, asustados ante la posibilidad de un nuevo fracaso. Pero Ricky encontró a dos minutos y medio un pase magistral en forma de alley hoop para el mate de Vázquez. 56-50. Al tiro libre anotado por Kaun le siguió un triple de Lorbek con minuto y medio por jugar. 59-51. Respiración entrecortada, pero el paciente salíá ileso del trance.
Y así se cuela el Barça en una final de Copa de Europa, su séptima desde 1984, con un sólo éxito. El equipo de Pascual está sobre aviso. Hay que mejorar el domingo (ante Olympiakos o Partizan, que juegan ahora) el lanzamiento exterior, algo básico para poder vencer. Si no, queda la heroica y la lucha que huyen de la estética, algo habitual en una Final Four, donde pocos equipos ganan aplastando y jugando bonito. Aquí hay mucho en juego como para arriesgar.

No hay comentarios: