lunes, 31 de mayo de 2010

El Madrid se inmola en Vitoria

Nunca soñó el Madrid con tener el mismo final en los dos partidos que ha disputado en Vitoria, con la posesión para ganar, con la sensación de hacer lo que quiere con el partido. Pero en las dos ocasiones ha decidido mal. El viernes, Bullock lanzó forzado para ganar. Esta mañana, con siete segundos, la opción requería algo más de tranquilidad porque el encuentro iba empatado. Pero Felipe también erró, dando la sensación de volver a lanzar sin comodidad. En la prórroga venció el Caja laboral y el conjunto baskonista se viene a la capital con 2-0 a favor, algo que se intuye como definitivo.
Y eso que el partido matinal se ha desarrollado distinto que el del otro día, al final con el mismo resultado, pero con distinta trama. Ha sido el cuadro local el que ha llevado la iniciativa, con ventajas de hasta once puntos (31-20), pero el Madrid no ha desfallecido. Ha llegado a cinco antes del descanso y, aunque el equipo local llegó de nuevo a los nieve de ventaja (44-35), los de Messina, en un tercer cuarto para enmarcar, han dado la vuelta y se han puesto cuatro arriba.
Al Madrid le han vuelto a perder los pequeños detalles. Se ha desenvuelto decentemente en el tiro exterior, en defensa, en rebote, siendo mejor que el Caja Laboral, pero ha errado siete tiros libres. Brutal. Parece una tontería pero no lo es. Sin ir más lejos el Madrid hubiera ganado hasta cómodo de haber metido desde la línea. Pero no fue así.
La prórroga no ha tenido historia. Nunca estuvo el Madrid para ganar en el tiempo extra. Nunca estuvo a gusto. Sin embargo si lo estuvo casi al final, cuando Llull anotó en un contragolpe el 66-69 que parecía una losa para los locales. El cuadro vasco se rehízo, anotó Oleson y luego, tras fallo del Madrid, Huertas encestó uno de aquellos triples que pueden martirizar al rival, desde ocho metros y casi sin pensarlo. Con un minuto por jugar, 71-69, pero anotó Felipe y robó el Madrid para anotar de nuevo. Con 71-73 y dieciséis segundos por jugar, el cuadro de Messina decide hacer falta a siete segundos sobre Oleson. El resto de la historia es conocido. No falla el norteamericano y Felipe falla en lo decisivo. La prórroga fue la muerte blanca.
Y ahora un partido seguro en Madrid. Si ganan los norteños, adiós, si lo hacen los blancos, cuarto partido el viernes y entonces de nuevo las especulaciones. Algunos dicen que será un 3-0. Otros, que habrá cuarto y otros, los más atrevidos, que en el quinto no habría favoritos. Lo que está claro es que es la mejor de las semifinales y lo que es meridano es que el Madrid ha podido ganar los dos partidos, pero lanzó la moneda y le salió cruz las dos veces.

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