viernes, 21 de mayo de 2010

Vistalegre estalla contra su Madrid

El equipo blanco pierde inesperadamente ante el Cajasol y la afición les despide con gritos de "jugadores mercenarios" / Mañana en Sevilla debe ganar para no quedar apeado a las primeras de cambio

Es posible que sea remontable, que el Madrid llegue mañana a Sevilla y juegue uno de esos partidos que también hemos visto este año, fuerte, concentrado, sabiendo que es mucho lo que se juega y sabiendo que sería demasiado cruel dejar colgados a los aficionados con una eliminación bochornosa en cuartos de final, justo el año que se ha hecho un desembolso brutal. Diez jugadores y el entrenador más caro de Europa que, dicen, es el mejor.
Pero esos datos pueden quedar en el olvido si mañana el Madrid llega a Sevilla y pierde. Entonces todo se irá por el retrete y diremos que es uno de los mayores fracasos de los últimos años. Razones hay para ello porque Messina no habrá encontrado eso que tanto quería el mister. Poder reunir todas las piezas para que el juego resulte perfecto.
Ayer el Madrid metió la para hasta el fondo, sorprendido en la segunda parte por una fantástica defensa del Cajasol de Joan Plaza. Sí, aquel hombre que habitaba en el banquillo blanco los últimos tres años. El catalán le ganó la partida a Messina en una segunda parte de infausto recuerdo para los blancos. Porque la primera fue decente, incluso el marcador reflejaba un 34-31 que no era espejo de lo que pasaba en la cancha, donde se veía a un Madrid superior y a un Cajsol perdido en tanto error.
De ahí que Plaza decidiera cambiar la defensa y deleitarnos con una especie de zona 2-3, convertida con el paso de los minutos en individual agresiva y en defensa de ayudas. Un laberinto táctico en el que se perdió el equipo local y donde anduvo el visitante a las mil maravillas. Fue un espejismo el 41-33 con el que el Madrid empezaba a marcharse, porque los sevillanos tardaron minuto y medio en empatar el partido. Lo consiguió, sobre todo, con la aportación de Kirksay y de Savanovic, 35 puntos entre los dos. Y con el juego de bases. Ellis y Miso mucho mejor que Prigioni y Llull..
Y a partir de ese momento la tensión se apoderó de los locales. Pérdidas, ataques nefastos, errores impropios y el Cajasol que llega al cuarto final con dos de ventaja. 51-53. Lo que parecía salvable para los de Messina se empezó a convertir en difícil, en obsesión, en imposible. A tres minutos del final diez arriba para los foráneos, ocho a dos minutos, seis en el minuto final, pero no llegó el Madrid a completar un milagro.
Y ese milagro sí debe concretarse mañana para no quedar apeados de la Liga. Es un partido más, ganable, pero para el Madrid y con menos de 48 horas de diferencia todo parece instalado en el imposible. Plaza no se fía aún "El Madrid saldrá a sacarnos de la pista, pero eso sí, nosotros tenemos una oportunidad única mañana en Sevilla. pero sólo mañana porque una vuelta a Madrid sería ya doble milagro".
La disección táctica de Plaza en rueda de prensa chocó frontalmente con el ya habitual discurso de Messina. "Permitidme que hasta el domingo por la mañana no resuma lo que siento. Eso si quedamos eliminados, porque si volvemos a Madrid, habrá que hablar el martes". Tampoco dijo nada el italiano cuando se le cuestionó sobre los gritos de una afición cansada. "La afición tiene derecho a opinar. Todos son libres".
Una afición que despidió al equipo con gritos de "jugadores mercenarios" y "no sentís esta camiseta", aparte de gritos contra su entrenador y elogios hacia tres jugadores básicos en este equipo, pero que ya estaban hace un año. Llull, Felipe y Bullock.. Quizá ahí está el problema, que ninguno de los fichajes destaca en este Madrid. Que los tres jugadores de siempre, los que ayer demostraron coraje y actitud, estaban ya el año anterior. Más le valdría al Madrid que esos jugadores le digan a quien les quiera escuchar en el vestuario que esto hay que remontarlo. Por esa camiseta y por esa afición, cansada ya de devaneos contínuos y de la falta de explicación a todo lo que pasa en este club.

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