miércoles, 9 de junio de 2010

Final de la NBA (3) Fisher guía a los Lakers

CELTICS 84 - 91 LAKERS

La historia es clara en estos momentos de finales. Si Ray Allen anota 32 puntos un partido y 48 después falla los 14 tiros que intenta, algo pasa. Si Pierce anota la primera canasta en juego a dos minutos del descanso, los Celtics tienen las de perder. Perdieron y los Lakers recuperan el factor cancha. Volverán seguro a L.A, eso si no ganan antes la NBA en el mismo Garden.
Aún así no fue fácil para los visitantes. No, porque alguien tiene que salir en Boston al rescate. De nuevo Rondo, pero sobre todo, Garnett. Los 22 puntos del ala-pivot mantuvieron con alas a su equipo casi hasta el final, cuando una serie de decisiones erróneas les hicieron perder. Para entonces, los Lakers ya habían amarrado el partido en un día regular de Bryant (no en puntos, 27, pero sí en tiro 11/31) y un decente partido de Gasol (13 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias). Siempre ha ganado la NBA el que ha vencido el tercero de los partidos llegando 1-1. La estadística está sobre la mesa.
Y tiene pinta de ser así. Sufrirán todavía pero da la sensación de que los Lakers han dado un paso de gigante para renovar el anillo. En el peor de los casos, pueden perder los dos partidos que restan en Boston, pero tendrían dos en casa para ganar. Aún así, tienen muchas posibilidades de ganar mañana de nuevo porque ese es el partido en el que Boston, que va por detrás, siente la presión. Saben que si fallan se despiden del título.
La pintura de los Lakers es más que la de Celtics. No es que sea mejor, es que simplemente es más rotunda. Gasol, Bynum, Odom. Sólo Garnett y, algunos ratos, Perkins y Davis, pero insuficiente valor verde dentro de la zona, donde los partidos se disputan. Por el exterior si Allen va a tener estos vaivenes, es mejor no fiarse de él. Impoluto el otro día, horrible anoche. Bryant no estuvo muy acertado anoche pero es regular y, si no, sale Fisher.
El veterano base angelino solucionó el partido ayer con 11 puntos en el último cuarto, vitales para amortiguar la reacción de los Celtics, que se llegaron a poner a uno, yendo 17 abajo al borde del descanso. La prensa californiana llegó a publicar que Fisher estaba más fuera que dentro del equipo y ahí le tienes. Siempre está, casi nunca se le espera, pero siempre aparece.
Mañana cuarto partido muy importante. Para loa Lakers, sin presión porque podrían perder sin tener demasiados problemas para el futuro de la serie. Pero para Boston es vital. Fallar mañana, ante su público, sería morir.

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