España vuelve a mirar hacia arriba

ESPAÑA 86 - 66 FRANCIA
La selección aplasta a la invicta Francia y se mete en semifinales del Europeo, por sexta vez consecutiva

Como algunas selecciones en algunos campeonatos, España ha llegado a tiempo y lo ha hecho par instalarse en la cima de Europa. Ha recuperado las sensaciones que le hicieron campeón del mundo y subcampeón europeo y olímpico. Las tres últimas comparecencias de los nuestros en Polonia han tenido el mismo cariz. Victoria clara ante Lituania y palizas los dos días que más le exigían. La anfitriona y la invicta Francia fuera del camino. España ha vuelto y quiere ser campeona.
Lo conseguirá, sin duda, si mantiene el nivel de juego exhibido ante los galos. Presión, defensa, rebote, acierto en el tiro, acabar con la estrella rival (Parker, perdido en el partido). Un coktail letal para Francia que nunca estuvo en la cancha. Por no estar, ni estuvieron antes porque ya se declaraban muertos desde el principio. Alguien en la delegación francesa dijo al terminar el Polonia-España del otro día. “Es increíble, con el Europeo que hemos hecho y nos toca España. Se acabó”. Eso, antes de afrontar la batalla.
Y no andaba desencaminado ese tipo. España pudo morir en este campeonato varias veces. Estuvo al borde del precipicio en ocasiones puntuales. Ante Gran Bretaña, el segundo día, cuatro abajo y tres minutos por jugar; ante Turquía, el cuarto partido, derrota dolorosa y minibronca en el vestuario; ante Lituania, el quinto día 14-23 en el primer cuarto. Pero nadie la ha ajusticiado, la han dejado vivir y eso lo pueden pagar. Ya lo ha hecho Francia con un torneo inmaculado hasta ayer. Ya tiemblan Turquía y Grecia antes del partido que les enfrenta esta tarde. Una de las dos será rival de los nuestros pero, como esto siga así, se ven muertas.
Y ayer volvió España a ejercer el mismo efecto ante su rival que el día anterior ante la anfitriona Polonia. Y volvió Gasol a ser el de siempre. 27 puntos ante Polonia, 29 ayer. Un coloso delante de Turiaf (casi el mejor de Francia, sin exagerar). Un todo en mitad de la nada gala. Scariolo lo confirmó en rueda de prensa. “Ha vuelto Pau, que nunca se fue, pero que le estaba costando entrar en el campeonato. Qué gran noticia”.
Siempre estuvo el partido controlado ayer. 15-25 en el primer cuarto, 32-47 en el segundo, 52-73 en el tercero. Sólo un atisbo de reacción en Francia a cuatro minutos del final con once abajo. Pietrus pierde la pelota en un contragolpe que ya rebajaba la diferencia a diez y ponía miedo en el cuerpo. Pero el chico de Valencia basket hace dobles. Luego, Navarro anota y Garbajosa anota un triple que vuelve a la normalidad. 81-65.
Sensaciones en el partido hubo para la esperanza. Hombres que han vuelto justo para disfrutar del torneo. Mumbrú estelar ayer, Raúl López excelso en la dirección. El miedo desapareció en España justo los días en que tiene que hacerlo. Ahora en semifinales, la oportunidad única de llegar a lo más alto. Luego, en la final, o Serbia, o Eslovenia, o Croacia, equipos poco acostumbrados en la última década a estar en el último partido. Ayer Serbia ganó a una débil Rusia, que ha hecho el campeonato de su vida con las bajas que tenía llegando tan lejos. Ahora los de Ivkovic se ven en la cresta de la ola, reverdeciendo viejos laureles. Aquellos que la vieron ser campeona. Ahora vuelven a luchar por una final europea, algo que no hacían desde 2001, cuando ganaron en Estambul el Eurobasket.
Sigue la racha española en los cruces de cuartos de un campeonato como éste. Desde 1997 no perdemos en esta fecha, cuando Rusia nos eliminó de nuestro Eurobasket en Barcelona. Luego Lituania, la propia Rusia, Israel, Croacia y Alemania han sido víctimas el día de cuartos de final. En semifinales pasamos en 1999, 2003 y 2007, pero nos quedamos en 2001 y 2005. Luego sólo saboreamos la plata, techo español en un Europeo. Quizá este año se rompa, justo el año que peor se vio España, cuando se vio humillada por casi todos. Justo ese año puede ser el de mejor pinta para el oro. Ya la tiene este Eurobasket que el domingo puede coronar a los nuestros campeones de Europa.