Pues resulta que ha llegado una noche mala, un día de esos en que nada te sale. Vale que no estaba Gasol, ni Rudy, pero no hay excusas. España ha caido de 22 en Lituania, una selección que había perdido de 26 hace dos semanas en Sevilla. ¿Hay que preocuparse? Yo creo que sí.
Es cierto que seguimos siendo los favoritos totales para ganar este Eurobasket que arranca el lunes en Polonia, pero ya hay que estar al loro. Hemos perdido el quinto partido en cuatro años, pero de qué forma, amigos. Ha sido un ridículo espantoso, como hacía tiempo que no veíamos. No ha salido nada. Ni triples (2/13), ni libres (9/18), ni control de juego y de balón (19 pérdidas). La conclusión ha de ser clara. Hoy no era el día para nada.
Y menos para ganar a Lituania, una selección justita pero con ganas y con muchísima entrega, sobre todo si juega en casa. No creo que sea candidata a medalla, pero estará dando guerra. Hoy han tenido su día en el lanzamiento exterior (todo hay que decirlo, 12/24 en triples) pero han defendido muy bien y han hecho anotar a España la menor cantidad de puntos en estos cuatro años, desde que en 2005 perdiéramos con Francia el bronce en el Eurobasket de Belgrado.
Cosas que anotar. Demasiada insistencia de Scariolo en el mantenimiento de la zona cuando nos cosían a triples, demasiada apatía en defensa. Eso sí que es grave. Si no hay defensa, no se va a ganar el campeonato. En un deporte como el basket, como no tengas el día, estás fuera. Sobre todo en este tipo de torneos, con enfrentamientos decisivos casi todos y no digamos los cruces. En otras modalidades y otros deportes, tú puedes madurar el partido poco a poco. Aquí como no estés desde el principio bien, te vas a casa.
Es verdad que he notado beneficio arbitral para los caseros, pero es cierto que hemos tenido que hacer cien cosas mal antes que ese punto, para perder 94-72. Esperemos que ante Serbia, Gran Bretaña y Eslovenia, primeros rivales del grupo, la cosa sea distinta.
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