lunes, 21 de septiembre de 2009

Una generación dorada e irrepetible


ESPAÑA 85 - 63 SERBIA

La selección vence a Serbia en la final del Europeo y consigue, por primera vez, el oro / Gasol, MVP del torneo

Sólo hicieron falta siete minutos de partido. España dominaba 20-7, 24-14 al final del primer cuarto. La cosa era escandalosa, rozando el descanso. 40-20. La selección española es campeona de Europa por aplastamiento, por defensa, por presión, por acierto, por ser la mejor del continente sin dudas. Las únicas que ha habido en este campeonato las ha fomentado la propia selección, no las demás y eso, evidentemente, tiene mejor solución. Scariolo y los jugadores la encontraron a tiempo para fortuna del baloncesto.
Lo de ayer fue un ejercicio de autoridad, propio de la mejor Yugoslavia de finales de los ochenta y principios de los noventa, de la mejor URSS de mediados de los ochenta. Fue un partido denigrante para Serbia, elocuente de lo que ha sido la última semana del Europeo, donde España no ha tenido rival. El primer día Serbia pilló a contrapié a los nuestros, pero no ha evolucionado en todo el campeonato. Es un digno subcampeón, mucho más de lo que esperaban, pero el juego ha sido lineal estas dos semanas.
Lo bueno para España es que los de Scariolo sí han subido el nivel. Se han dado cuenta de que no podían ganar el torneo exhibiendo el nivel de los primeros tres días, cuatro si contamos el partido ante Turquía. Pero tras ese partido los jugadores se mentalizaron de que había un grupo increíble, de que formaban parte de la mejor generación del baloncesto español. No se podía desaprovechar.
Y quiso España controlar el partido desde el principio y lo hizo. En los primeros quince minutos no concedió ningún rebote ofensivo a Serbia. El marcador era de 34-18. Sólo estuvo Serbia en el encuentro con el empate a cinco y eso fue a los dos minutos. España fue aumentando la diferencia hasta los 24 para quedarse en 23 al descanso, donde el luminoso era ya mortal para los intereses rivales. 52-29. Sólo la URSS, que destrozó a Checoslovaquia en el Europeo de 1985 había conseguido una diferencia mayor de 20 puntos al descanso de una final.
La segunda parte sobró, aunque Serbia tuvo orgullo. Se acercó a catorce (58-44), a mediados del tercer cuarto, pero nunca hubo intranquilidad en España. Tres canastas consecutivas de los nuestros dejaron veinte puntos encima de la mesa, de nuevo. Ya estaba hecho el trabajo. Scariolo dejó descansar al quinteto inicial todo el último cuarto. Una señal de poderío.
Y así hasta el final la historia de un oro que no se debió escapar en Madrid y que llega con dos años de retraso. Hasta Claver (qué pena, porque podía haber jugado más en el torneo) se apuntó a la fiesta con un canastón al final. Los secundarios, de nuevo, a la palestra. Felipe, Mumbrú, Cabezas (9 puntos ayer), Llull, Raúl López, Marc. Todos sobresalientes.
El marcador final de 85-63 es la cuarta final en la historia más desigualada tras la que ganó Egipto a Francia en 1949, URSS a Checoslovaquia en 1985 y Yugoslavia a Grecia en 1989. Los chicos de esta Serbia de ayer que tendrían dos años la mayoría, cuando Petrovic, Kukoc, Radja, Divac, Paspalj y compañía ganaron aquella final a los helenos, son lo que representaron a su pais en esta final, muy digna para ellos, pero inaccesible en toda su extensión.
Pero ya encuentra Serbia un motivo para la esperanza en el Mundial de Turquía y, sobre todo en el Europeo de 2011 en Lituania, donde este grupo aparecerá entre los favoritos al título. Han sido plata (la mejor clasificación de Serbia desde que ganaron en 2001) con una generación de 22 años de media y donde siete jugadores de los doce tienen esa edad o menos. Ivkovic acertó en rejuvenecer el grupo donde se presentaron en sociedad en este Europeo, hombres como Teodosic, Velikovic (nuevo Real Madrid), Bacvan y Tepic.
Es hora de disfrutar con el logro de España, que consigue por primera vez en su historia el oro en el Europeo tras cinco tiros al poste (1973, 1983, 1999, 2003 y 2007). Lo consigue con un extraordinario grupo de jugadores que llegarán aún frescos a las próximas tres citas, incluyendo los Juegos de Londres en tres años. Aún así, de irse algunos llegarán los más jóvenes (Claver, Ricky, Rudy, Marc, Llull) para mantener el nivel.
Scariolo se convierte en el segundo debutante que consigue ganar, tras Pepu en 2006. Era arriesgada la apuesta de un seleccionador extranjero pero es cierto que le ha salido bien a la Federación. Ahora hay que pedirle a José Luis Saez que no se canse tan rápido de un seleccionador como hizo con otros. Con los pros y los contras que tiene Saez, hay que reconocerle que, en su mandato, se ha logrado lo mejor del basket español en la historia.
Lo mejor que ha logrado España en el torneo es sobreponerse a su propio ego. Ese que le daba ganador de largo en el campeonato, pero al que ha tenido que domar para no quedar fuera. España estuvo abajo, arriba, viva, muerta, pero salió a flote la semana que lo tenía que hacer, cuando se juegan las medallas. Los últimos partidos de la selección son sublimes, incluyendo en defensa. ¿Quién decía que España no defendía? Ante Lituania, Polonia, Francia, Grecia y Serbia, 70, 68, 66, 64 y 63 puntos recibidos. Esa es la España que ha aparecido cuando se llegó a decir que ya no estaba. Las sensaciones eran esas, pero recobró la selección la vida a tiempo. Menos mal. Se hubiera escapado un oro, del que siempre nos hubiéramos acordado.

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